Los piquetes policiales se han distribuido en puntos estratégicos de la ciudad a fin de evitar desmanes.
Tras la muerte de Fidel Flores, quien pereció defendiendo su casa de un desalojo y debido a los hechos de violencia, a partir del último sábado en horas de la madrugada llegó a Cajamarca un fuerte contingente policial, para redoblar a seguridad ante posibles desmanes.
Los hombres del orden se distribuyeron en diferentes entidades estatales, pues suponían que luego del sepelio de Fidel Flores una turba realizaría protestas exigiendo justicia, tal como sucedió cuando la multitud pasaba por el frontis de la primera comisaría, cuando lanzaron arengas contra la policía.
De igual forma se presume que el alto número de policías también es para asegurar la llegada del Ministro del Interior, Daniel Urresti, quien desde la semana pasada aseguró que estaría en Cajamarca, pero hasta el momento aún no llega.
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