Un breve recuento de robos sacrílegos en el Perú

El robo de 60 mil nuevos soles de los fondos de la cuadrilla 17 de la Hermandad del Señor de los Milagros presuntamente perpetrado por sus propios directivos, trae el recuerdo de otros episodios lamentables ligados al ámbito religioso.

Los robos sacrílegos en el Perú son más comunes de lo que parece. No todos los casos son denunciados y muy pocos llegan a ser conocidos por la opinión pública. Sin embargo representan un grave atentado contra el patrimonio cultural del país.

El caso más sonado de los últimos años fue el robo de la Cruz de Motupe, en Lambayeque. La madrugada del 5 de julio de 2011 el venerado madero fue sustraído del santuario ubicado en el cerro Cruz de Chalpón.

El hecho provocó profunda consternación en los devotos, quienes un día después vieron a "la mamita", como llaman a la cruz, cortada en cinco pedazos y despojada de sus joyas de oro y plata, valorizadas en 185, 632 nuevos soles.

Un año después, Óscar Risco Cabrera, fue hallado culpable del delito y condenado a siete años de prisión.

Pero hay otros casos en el que las piezas religiosas y artísticas no han vuelto a ser recuperadas. Por ejemplo en diciembre de 1987, en la iglesia del Señor de la Exaltación del Cusco, se perdió la escultura de 1,02 metros de alto de la Virgen de la Candelaria; y un año antes pasó lo mismo con una pintura de la Virgen del Rosario, del templo de Las Nieves, en la misma ciudad.

Este tipo obras llegan a venderse por altísimas sumas de dinero y muchas ellas terminan en colecciones privadas en el extranjero.

En junio de 2009 también desapareció una custodia de plata dorada de la Capilla del Santísimo Sacramento de la Catedral de Arequipa, y en 2011 se reportó el robo de siete finos lienzo del siglo XVIII e importantes adornos de plata de la Iglesia Nuestra Señora de Asunción en Chucuito Puno.

Estos casos se repiten en diversos puntos del país y se ha constituido en una de las principales preocupaciones del Ministerio de Cultura, ente que en 2011, a través de su  La Dirección General de Fiscalización y Control, reportó la sustracción de 323 piezas de diversos templos a nivel nacional, de las cuales solo dos fueron recuperadas.

Entre los robos sacrílegos más recientes está el ocurrido en el Cusco, en abril pasado. Un número no determinado de delincuentes sustrajo plata pura del anda de la Virgen del Carmen, ubicada dentro del templo de Santa Teresa, en el centro histórico de la ciudad;

En agosto de 2013 en Huarochirí, un grupo de sacrílegos se llevó todas las joyas de oro y plata que adornaban la escultura de Santa Rosa de Lima, que se venera en la iglesia del distrito de Langa de esa provincia.