Peruana acusada por EEUU de espionaje a favor de Rusia, dijo que nunca perdonará a Mijail Vasenkov y se autocalificó como la periodista más estúpida ´por no haberme dado cuenta´.
Ni bien pisó suelo peruano, se convirtió nuevamente en el centro de la tormenta. Vicky Peláez arribó a Lima el sábado pasado en una visita para nada grata; llegó a enterrar los restos de su padre (Horacio Peláez), fallecido en Cusco.
Bastante acongojada, algo entendible, sus primeras palabras fueron: “cualquier declaración, los espero mañana en el Cusco después del entierro.
Y así fue, la Ciudad Imperial se convirtió, muy parecida a Lima, en la generadora de noticias. Peláez con su típica mirada desafiante declaró y defendió su inocencia, para algunos poco creíble.
La aún esposa del espía ruso Mijail Vasenkov dice, hoy, ya más tranquila y desde su refugio, que tras vivir 20 años con su pareja, nunca conoció la verdadera identidad del europeo ‘frío’.
Es mas, tuvo 50 peleas y 50 reconciliaciones, pero “ni la entonación” se le escapó.
Ella se califica como la periodista más estúpida y a ‘Juancho’ como el espía perfecto y el esposo desconocido,
En entrevista al semanario Caretas, la cusqueña relata cómo fueron los primeros momentos luego que se revelara la verdadera identidad del padre de sus hijos, conocido hasta ese día (junio de 2010) como el uruguayo Juan Lázaro.
“Me pusieron uniforme, me esposaron y metieron a una celda, sin haber hecho nada”, cuenta la periodista quien defiende a su esposo pues en Rusia lo tratan amablemente, al punto de ser considerado un héroe que “sale en los periódicos” y no lo llaman espía.
Se pregunta cómo es que está viva y los periodistas le consultan si se quedará en Lima.
“Si regreso al Perú, criaré llamas, alpacas y perros chakus del Cusco”, responde la mujer de casi 60 años, que además asegura amar a su compañero aunque nunca lo perdonará.
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