Las intensas lluvias han cesado por un momento, y doña Susana aprovecha ese lapso para rescatar sus pertenencias en medio del lodo que ha sepultado los dos primeros pisos de su casa. Así es la vida en Secocha tras el torrente de barro que arrasó con las viviendas de la localidad.
Una tragedia es la que viven los habitantes del centro poblado de Secocha, ubicado en el distrito de Mariano Nicolás Valcárcel, en la provincia de Camaná, región Arequipa, luego del paso del huaico que arrasó con más de 200 viviendas de la zona y dejó decenas de familias damnificadas.
Edilberto Apaza, habitante de Secocha, comentó al Rotafono que el deslizamiento de lodo y piedras empezó la tarde del último domingo, 5 de febrero, y culminó al promediar las 11:00 p.m. Ayer, lunes, también se registraron huaicos desde las 02:00 p.m.
Varias familias de la zona subieron a cerros cercanos para ponerse a buen recaudo ante la reactivación de una de las quebradas. Con impotencia y dolor veían cómo el torrente de barro y agua arrasaba con todo a su paso.
Desde ayer, los vecinos de Secocha se organizaron y establecieron dos ollas comunes para encargarse de la alimentación de los damnificados.
Vecinos rescatan sus pertenencias
Hoy es un nuevo día en el centro poblado de Secocha, una zona habitada principalmente por mineros artesanales. Las intensas lluvias han dado una tregua que doña Susana aprovecha para buscar las pertenencias de su hija en medio del lodo que ha sepultado los dos primeros de su casa, una situación que se replica en la mayoría de viviendas de la zona.
Con pico y pala en mano, Susana, quien llevaba diez años viviendo en Secocha, apenas ha podido recuperar algunas prendas de su hija que le servirán para poder pasar la noche.
“Dos pisos para abajo está enterrada mi casa de tres pisos. Este huaico nos ha invadido todo. Estamos recuperando nuestras cositas; por ejemplo, estoy sacando la ropa de mi hija”, declaró la mujer a RPP Noticias.
Rosa Larico es otra de las pobladoras afectadas. Afortunadamente, no perdió a ningún familiar tras el paso del huaico, pero sí su vivienda. Ella y sus familiares han tenido que pasar la noche en un hotel al perder su hogar.
“Hay personas que nos hemos hospedado en hoteles, pero hay bastante gente que ha dormido en la calle. El huaico ha arrasado con el primer piso de todas las casas. Hay casas prefabricadas que han sido destruidas. Hay casas de material noble que han estado al inicio de la quebrada que también han quedado destruidas”, comentó.
Al unísono, los vecinos del centro poblado de Secocha piden ayudar al gobierno regional y central, así como el envío de ayuda humanitaria, sobre todo agua y carpas para poder pernoctar.
“Envíen ayuda y carpas. Han quedado muchas personas afectadas que se han quedado sin nada. Hay bastantes niños. Envíen agua, por favor”, claman.
La tragedia no solo ha afectado a la localidad de Secocha, sino a Miski y San Martín, situadas también en el distrito de Mariano Nicolás Valcárcel. En total, han resultado damnificadas cerca de 20 mil personas que habitan en este sector de quebradas en la costa arequipeña.
Más de mil viviendas afectadas
William Alvarado, alcalde del distrito de Mariano Nicolás Valcárcel, provincia de Camaná, informó que más de mil viviendas han quedado afectadas debido a los huaicos que han causado graves pérdidas humanas y materiales.
El huaico afectó a cinco centros poblados ubicados en el distrito. El torrente de barro y agua arrasó con todo a su paso después de las 15:00 horas del domingo.
El burgomaestre contó a RPP Noticias que hay mucha preocupación en la población porque continúen los huaicos en la zona pues familias enteras lo perdieron todo.
"Todos estamos con el pánico y con ese temor de que continue y nos siga acarreando más catástrofe. Todas las viviendas que están al borde de las quebradas fueron arrasadas", expresó el burgomaestre sobre la situación que se vive en su distrito.
Alvarado dijo que hasta el momento hay reporte de 20 personas desaparecidas, pero que sí hay constante comunicación con las autoridades regionales de Arequipa para coordinar las labores de ayuda.
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