El gobernador de Ayacucho tuvo que retirarse del estadio de Huanta luego de que anunciara una serie de medidas para detener un paro contra la operación minera en la cuenca de Razuhuilca. El alcalde de Huanta indicó que quienes agredieron a la autoridad eran mineros informales.
El gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Oscorima, tuvo que abandonar entre pifias y reclamos una asamblea realizada en el estadio municipal de Huanta con el objetivo de levantar un paro que exige el cierre de las empresas mineras en la cuenca de Razuhuilca.
Imágenes a las que accedió RPP muestran al gobernador retirándose del lugar, mientras algunas personas le lanzaban botellas en señal de rechazo a las propuestas que presentó la autoridad regional.
Oscorima salió resguardado por un fuerte contingente policial que lo llevó hasta su vehículo para luego trasladarlo hasta el cuartel del Ejército Castro Pampa, ubicado a siete minutos del estadio de Huanta. Allí abordó un helicóptero del Ejército que lo trasladó hasta Huamanga.
Durante la salida del gobernador, la población le recordaba que conseguía presupuesto gracias a los Rolex que regalaba.
Medidas contra paro
Al respecto, el alcalde de Huanta, Belisario Lope Huamaní, indicó a RPP que quienes lanzaron botellas al gobernador fueron piquetes de mineros informales que se verían afectados por las medidas que anunció para levantar el paro.
Estas son el iniciar un proceso administrativo para el cierre de dos empresas mineras que operan en la zona y retirarlos del Registro Integral de Formalización Minera (REINFO), además solicitar a la Autoridad Nacional del Agua (ANA) delimitar la zona de la cabecera de cuenca que abastece de agua a la población.
El alcalde indicó que estas medidas fueron aceptadas por la mayoría de la población, pero que existe plazo hasta el día 16 de agosto y de no cumplirse con los acuerdos y no instalarse una mesa técnica en la provincia de Huanta, nuevamente volverán a bloquear las vías y radicalizar su medida.
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