Quince caseríos del distrito de Cospán están aislados por los derrumbes y lluvias que arrasaron con sus cultivos y dañaron carreteras.
A dos horas de la ciudad de Cajamarca, se ubica el distrito de Cospán, sus habitantes viven de la producción y venta de maíz, papa y oca. Desde hace dos semanas fueron golpeados por las lluvias que convirtieron en triste paisajes de fango sus cultivos, su único sustento económico.
Las trochas carrozables por las que transportan sus productos a los mercados del resto de la región, también fueron deteriorados por los derrumbes. Según el municipio, son quince caseríos aislados, 300 casas afectadas y dos colegios que presentan daños en su infraestructura.
Un grupo de entusiastas jóvenes de la zona urbana, enviaron ayer por la tarde una tonelada de víveres y abrigos a las rondas campesinas para que distribuyan la ayuda a las familias damnificadas porque para llegar a los caseríos afectados, se tiene que caminar nueve horas.
Los alimentos deberán ser trasladados en acémilas y caballos, porque las carreteras lucen intransitables. Ellos esperan aliviar en algo la necesidad y el dolor de las humildes familias.
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