Extractores de agregados avistaron el cuerpo en un islote del río Mantaro. Pobladores intentaron agredir a la madre de la menor a quien acusan de encubrir los hechos.
Tras doce días desde que fue reportada como desaparecida, se logró encontrar el cuerpo de la menor Gisela, quien fue ultrajada y luego arrojada al río Mantaro por Santiago Cesario Cainicela Quispe (18) en el distrito de San Jerónimo de Tunàn.
Un grupo de trabajadores de extracción de agregados avistaron el cuerpo de una fémina en un islote, cerca de los desfogues de aguas residuales del distrito, dando aviso a las autoridades y pobladores que organizaban brigadas para recorrer todo el río.
Luego, los efectivos de la Policía Nacional rescataron el cuerpo de la menor, la que fue identificada por su padre, Marcelino Mayta Véliz, quien también constató que el cuerpo de la niña tenía aún las manos y pies atados. El cuerpo de la niña fue trasladado en un patrullero a la morgue del distrito de Huallhuas para la necropsia de ley.
Por otra parte, los enardecidos pobladores que presenciaron el rescate de la niña, luego intentaron agredir a su madre, Liz Paredes, a quien acusan de encubrir al padrastro de la menor a quien el asesino Santiago Cainicela también responsabilizó. La mujer tuvo que escapar a bordo de un vehículo policial en vista que los pobladores la encararon e intentaron golpearla.
Cabe destacar que desde el domingo en horas de la noche, los pobladores intentaron tomar la Comisaría de San Jerónimo de Tunan para ajusticiar al padrastro de la menor, Wilder Santiago a quien también culpan del hecho.
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