El ofrecimiento de “dejar a Chiclayo como un anís” que hizo David Cornejo Chinguel fue solo un gancho para ganar las elecciones municipales pasadas.
El ofrecimiento de “dejar a Chiclayo como un anís” que hizo el alcalde de Chiclayo David Cornejo Chinguel para ganar adhesiones en días de cierre de su campaña electoral, hizo que muchos ciudadanos hartos de tanta inmundicia que yacía en las calles le dieran los votos que le faltaban para alzarse con la victoria en octubre del 2014.
Todo parecía posible porque desde abril del 2013 la Cooperación Suiza (SECO) había aprobado donar 63.5 millones de soles a la Municipalidad Provincial de Chiclayo entonces gobernada por el alcalde Roberto Torres Gonzáles (preso acusado de corrupción) para implementar el Proyecto Chiclayo Limpio, que se convertía en piloto a nivel nacional.
Durante la gestión de Torres solo había avanzado con la primera etapa de sensibilización y tras las severas acusaciones que recibía, la contraparte Suiza expuso de deseo de retirarse definitivamente. Pero ya electo el nuevo alcalde Cornejo Chinguel hizo gestiones para asegurar la continuidad del proyecto que traía la compra de maquinaria y construcción de planta de transferencia de residuos hasta la construcción del ansiado relleno sanitario.
Ha pasado más de mitad del período Cornejo Chinguel y su ofrecimiento no se concreta por factores internos y externos que con débil gestión hace incierto la limpieza de la Capital de la Amistad.
El subgerente de Residuos Sólidos Henry Chiclayo Vega, comunicador de profesión, se encargó de revelar que para asegurar el barrido de las 34 zonas que tiene Chiclayo se necesitarían un mínimo 15 compactadoras para retirar 220 toneladas de basura diarias.
Sin embargo, aun cuando gracias a cooperación Suiza se han adquirido 10 nuevas compactadoras, éstas no son suficientes, pues en la comuna de las 9 que hay solo funcionan 3 para efectuar servicio por cada turno.
Según Henry Chiclayo, durante la gestión de Torres se cometió un grave error, puesto que decidieron la compra de 10 volquetes que en la práctica solo sirven retirar desmontes de construcción. “Por cada volquete gastamos más combustible, tiempo y 3 personas para cubrir un recorrido donde solo logramos recoger un máximo de dos toneladas a diferencia de una compactadora donde menos personal logra recoger hasta 6 toneladas”, asegura el funcionario.
Desorden
A la falta de maquinaria, se suma el déficit de obreros puesto que la gestión Cornejo afirma encontró 1200 trabajadores obreros distribuidos en las áreas de limpieza, obras, vigilantes y labores administrativas, hecho que se admite como desorden.
A decir del subgerente Henry Chiclayo solo tiene bajo su dirección 360 obreros nombrados, a los que ha sumado 70 obreros contratados por modalidad CAS, siendo un número insuficiente pues se requieren en promedio 600 obreros para garantizar el barrido.
La pregunta surge ¿Cómo es posible tantos obreros realizando labores administrativas? La respuesta es que los dirigentes se las han arreglado para presionar a los alcaldes de turno y mediante pactos colectivos asegurarse una serie de beneficios incluido el derecho de sucesión laboral.
Es decir, si un obrero se jubila tiene derecho a ingresar a un pariente en su lugar para la misma función, pero como todo se ha degenerado de gestión en gestión, muchos no están en labores de barridos sino labores de oficina, lo que evidencia, no cumplir la meta en lo que resta de esta gestión.
En espera
Desde el proyecto Chiclayo juran que las compras de maquinarias a la fecha que son 10 compactadoras, 1 barredora, 2 camiones baranda, 9 motocicletas y 1 camioneta 4x2 todas entregadas al servicio de limpieza pública ha mejorado la cobertura.
Ahora esperan que con la culminación del proceso de licitación en marcha para la construcción de la Plante de transferencia, mientras la gestión Cornejo ejecuta la vía de acceso al terreno y locales desconcentrados de barrido, se podrá apuntar a la fase de construcción de Relleno Sanitario Final.
Corresponsabilidad
Y para colmos, los obreros han iniciado paros escalonados demandan la entrega de escobas, carretillas, guantes, mascarillas, reparación de maquinarias y pago de beneficios laborales y rechazan el número de trabajadores contratados por la gestión de David Cornejo Chinguel.
Lo avanzado a la fecha es mínimo, para devolverle la limpieza a Chiclayo ciudad, pues si bien se han fijado horarios de recojo de basura por zonas, los vecinos aún no colaboran retirando sus residuos de forma ordenada, ni menos oportunamente. Ellos sin contar la problemática de los distritos como José Leonardo Ortiz y La Victoria que igualmente depositan sus residuos en un botadero informal.
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