Esta especie protegida es cazada para usarlos vivos o muertos en labores de curanderismo por los chamanes.
Cerca de 17 armadillos, conocidos como quierquinchos, fueron incautados durante las feria de las Alasitas de Puno por representantes de la Fiscalía de Prevención del Delito y la Dirección Regional Agraria (DRA), lo que iban a ser utilizados para labores de chamanería o curanderismo.
La intervención se efectuó entre los jirones Candelaria y Progreso, donde el fiscal de prevención del delito, Arturo Santander, y el especialista en ciencias agrarias de la DRA constataron que estos animales estaban vivos, ya que también suelen traerlos disecados.
Durante la intervención se pudo constatar el sufrimiento al que estaban sometidos estos animalitos que son una especie protegida, y tras ser recuperados serán llevados a su habitad natural.
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