Para llegar a este cargo, el invitado de Fuerza Popular tuvo que superar su discapacidad física.
Luis Galarreta llegó "al más alto cargo de su carrera parlamentaria" y así lo dijo cuando asumió la Presidencia del Congreso de la República. El parlamentario ha tenido una vida política ajetreada, pues migró por varios partidos. Aun así, ha demostrado que la discapacidad no es un limitante para su carrera política. Esta es su historia.
Nació en 1971 con una malformación en las extremidades superiores. Esto originó que sean amputadas cuando solo tenía tres meses de nacido. Según contó al programa Extraordinarios en 2013, su madre tomó la pastilla Talidomina, que era utilizada como un calmante de las náuseas para mujeres embarazadas. Actualmente, el fármaco está prohibido de comercializarse porque se comprobó que generaba anomalías en las extremidades de los fetos.
La familia es primero. El parlamentario siempre ha sido agradecido con su madre, Rita Velarde, quien ha sido artífice de los logros que ahora tiene. "Aquí están tus horas de sacrificio", le dijo en sus primeras horas como presidente del Congreso. Además, agradeció a su hermano, quien lo ayudaba en ciertas actividades que no podía realizar, durante su etapa escolar.
También, son esencial de su vida su esposa Marilú y sus dos menores hijos: Daniela y Rafael. Con ellos se mostró muy alegre el día de su juramento como cabeza de la nueva Mesa Directiva 2017-2018 del Parlamento.
Vida política. Antes de ser invitado por Fuerza Popular y lograr ser elegido congresista en 2016, Galarreta asumió este cargo en dos ocasiones. Primero, por Unidad Nacional, alianza formada por el Partido Popular Cristiano (PPC), Solidaridad Nacional, Restauración Nacional y Cambio Radical, en el periodo 2006-2011.
En su segundo periodo legislativo 2011-2016, fue elegido con la Alianza por el Gran Cambio, coalición integrada por Alianza por el Progreso, PPC, Partido Humanista y Restauración Nacional. Paradójicamente, aquí apoyó a Pedro Pablo Kuczynski, quien años más tarde sería su rival político. Su eslogan de toda la vida ha sido: "A mí nadie me rompe la mano", que hace un doble sentido a sus prótesis y honestidad. Ha sido presidente de las comisiones de Ética y Economía, y ahora tendrá el más alto cargo del Parlamento.
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