Al cierre del 2024, el Perú registró 196 conflictos sociales según la Defensoría del Pueblo. La mayoría de estos problemas responden a reclamos socioambientales de la población y a falta de cumplimiento de las demandas por parte de las autoridades nacionales. ¿Cómo mejorar el diálogo para resolver estos conflictos?
Año tras año la Defensoría del Pueblo realiza un registro y monitoreo de los conflictos sociales en el país. El 2024 no estuvo ajeno a ello y, hasta diciembre de ese año, se reportaron un total de 196 casos en todo el territorio (148 activos y 48 latentes).
Loreto concentró la mayor cantidad de conflictos sociales (31 casos), seguido de Puno (18), Cusco (17) y Piura (13). Los casos en estas cuatro regiones equivalen al 40.3% del total de conflictos sociales a nivel nacional.
En el país, los conflictos socioambientales continúan siendo los más numerosos con 101 casos (51.5%), según la Defensoría del Pueblo. Los conflictos por incumplimiento de obras o servicios del gobierno nacional ocupan el segundo tipo más frecuente con el 12.2%; le siguen los de tipo comunal con 11.7%, y los conflictos por asuntos con el gobierno regional con 8.7%.
En la comunidad nativa de Saramurillo, en Loreto, se ha reportado que hay un conflicto que está escalando, debido a que un pedido dirigido al Gobierno Regional no está siendo atendido. Lo que los ciudadanos buscan es que se priorice la licitación de proyectos relacionados al mejoramiento de los puestos de salud e instituciones educativas de la zona, entre otros reclamos.
Estos conflictos suceden todos los años, algunos llegan a niveles muy fuertes de protesta con saldos trágicos, debido a la falta de entendimiento entre las partes involucradas, indica la Defensoría.
Para llegar a ese entendimiento, se necesita de diálogo pero, a su vez, es necesario aprender a dialogar. Así lo señala Rolando Luque, especialista en prevención de conflictos sociales y gobernabilidad.
“Lamentablemente, no estamos educados en el tipo de diálogo que se necesita para abordar problemas, es decir, en un diálogo colaborativo, igualitario, informado, respetuoso. Sin una cultura de diálogo difícilmente lograremos asegurar la paz y afianzar la democracia en nuestro país”, opinó.
Para Luque, existen factores históricos como las dictaduras, la polarización política y hasta la violencia terrorista de los ‘80 y ‘90, con secuelas aún no superadas, que han influido en que la sociedad peruana actual tenga inconvenientes para solucionar sus problemas.
“La educación regular no le ha prestado mucha atención al desarrollo de habilidades en los niños y adolescentes para tratar racionalmente sus problemas. Una inversión rentable en los años de la primaria y secundaria es la del aprendizaje del diálogo, porque le sirve a las personas a lo largo de toda su vida. El diálogo es el instrumento más importante en sociedades cada vez más complejas en las que necesitamos comunicarnos con una gran diversidad de personas”, acotó.
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“Negociar no es igual a dialogar”
Para que las personas y autoridades inicien una conversación frente a un posible conflicto es necesario preguntarse: ¿cuál es el cambio que se busca o se necesita? y empezar por los entornos cercanos como la propia comunidad, señala Alfredo Zamudio, director de la misión chilena del Centro Nansen para la Paz y el Diálogo.
“Cada persona que siente desconfianza, tiene una ilusión, un anhelo: de que lo escuchen y que algo cambie. ¿Cómo construyes una conversación dónde vas uniendo más voces? empieza por tu sector, empieza por quiénes están a tu lado de la brecha, porque la gente dice: ‘no, es que los de mi lado pensamos todos igual’. Nuestra experiencia dice que no necesariamente. No todos a este lado de la brecha piensan y ven la vida de la misma forma”.
Las cifras de la Defensoría del Pueblo señalan que, del total de casos activos en el país, 80 conflictos (54.1 %) son atendidos a través de mecanismos de diálogo. Y en muchos de estos casos entra a tallar la negociación, pero "negociar no es lo mismo que dialogar", aclara Alfredo Zamudio.
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“Existen tres herramientas para la transformación pacífica de conflictos: negociación, mediación y diálogo. Las dos primeras ponen más énfasis en el resultado que en la reconstrucción de relaciones. El énfasis del diálogo está en mejorar las relaciones entre grupos”, explicó.
Aprender a dialogar no es un reto difícil, se puede lograr con oportunidades impulsadas desde las instituciones públicas y la sociedad civil como son los espacios de diálogo, así recomienda el jefe de la misión para el Perú de IDEA Internacional, Percy Medina.
“Eso supone que las instituciones puedan abrir la posibilidad de que la gente se exprese. Esto hoy, a manera virtual, se puede hacer con mucha más eficiencia y si las autoridades participan en escuchar, estarían cumpliendo de mejor manera con su rol de representación”, sostuvo.
El camino hacia las elecciones del 2026 donde los peruanos volverán a las urnas para elegir a nuevas autoridades, puede ser una buena oportunidad para la práctica de exposición de ideas con base en el diálogo, y así trazar un mismo horizonte en la búsqueda del desarrollo del país.
Este informe ha sido realizado con la asistencia técnica de IDEA Internacional.
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