Para saber cómo se llegó a tener a 34 partidos y 4 alianzas en competencia, es necesario entender qué factores ayudaron a la aparición de más organizaciones políticas. Hablan los legisladores de las bancadas que impulsaron que las elecciones PASO no sean obligatorias.
¿Cómo hemos llegado a tener una cédula de votación tan grande con tantos partidos compitiendo en las Elecciones Generales 2026?, es la pregunta que ciudadanos encuestados en el centro de Lima por RPP, se preguntaron cuando se les mostró la gran hoja que podría ser utilizada en los comicios de abril del próximo año, si los 34 partidos políticos y las 4 alianzas se mantuvieran en competencia.
El papel donde cada elector definirá su voto sería de dimensiones históricas: 42 centímetros de ancho por 60 centímetros de largo aproximadamente.
Para resolver la interrogante es necesario recordar que en diciembre del 2023, el Pleno del Congreso decidió modificar la ley de las Elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), una ley que, según expertos electorales, hubiera servido de filtro para reducir la cantidad de candidaturas.
Las PASO eran un único proceso electoral previo que todos los partidos políticos estaban obligados a organizar para elegir a sus precandidatos, los que serían elegidos con los votos ciudadanos de forma abierta (militantes y no militantes). Si en estas PASO los partidos no superaban la valla del 1.5% de votos, no podían presentarse a las Elecciones Generales.
La modificación del Congreso consistió en agregar otras dos modalidades para que los partidos escojan a sus candidatos: vía el voto de solo militantes y por delegados (esta última sería la más usada, según expertos electorales). Así, las PASO dejaron de ser obligatorias y se convirtieron en una opción más.
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“Fue un error eliminar las PASO”
Hoy, a menos de un año de realizarse las elecciones presidenciales y al ver cómo sería la cédula electoral, los congresistas de las bancadas que impulsaron eliminar la obligatoriedad de las PASO señalan que esto no debió suceder.
José Cueto, congresista de Renovación Popular, afirmó: fue un error que no debió hacerse, ¿no? sobre todo sabiendo lo que se nos venía [...] Claro, hay una corresponsabilidad en ello... No hemos debido llegar a esto jamás. Pero yo te repito, esto viene de mucho tiempo atrás, cuando el señor [Martín] Vizcarra dio su golpe y generó todas estas reformas que han sido una desgracia”.
Por su parte Luis Aragón, de la bancada de Acción Popular, señala que si bien su bancada también se sumó a modificar las PASO, estas debieron implementarse: “parece que esas elecciones abiertas, simultáneas, obligatorias hubieran sido muy importantes no solamente para que haya una reducción de la cédula, sino para que exista mayor legitimidad de los candidatos interesados en postular a los cargos de senador o diputado. Entonces, debió implementarse, no debió eliminarse, pero en fin, las mayorías decidieron”.
Ernesto Bustamante, de Fuerza Popular, cree que las PASO no hubieran hecho una gran diferencia, pero, a su vez, reconoce que el Congreso sí tiene una responsabilidad política:
“Yo no pienso que habrían ayudado a reducir [el número de partidos] en absoluto, simplemente eso más bien ha permitido que los candidatos sean elegidos por sistemas más claros como son delegados o elecciones directas, ¿no?... ¿Sobre la responsabilidad política? Naturalmente, porque la pelota queda en el Congreso, pero son las mayorías las que deciden las votaciones”
Cabe precisar que los congresistas que figuran como autores de los proyectos de ley que impulsaron la modificación de las PASO según el propio portal del Congreso son: Eduardo Castillo Rivas, Rosángela Barbarán, Carlos Bustamante, Raúl Huamán, Patricia Juárez, Martha Moyano, César Revilla, María Acuña, Lady Camones, Roberto Chiabra, Elva Julón, Eduardo Salhuana, José Jerí, Darwin Espinoza, José Cueto y Rosío Torres.

¿Una reforma política fallida?
Las elecciones PASO no surgieron como propuesta aislada. En 2019, el entonces presidente Martín Vizcarra convocó a una comisión de expertos para que trabajaran en reformar el sistema de partidos políticos, ya que el objetivo era fortalecer a las agrupaciones y lograr una verdadera representación. El grupo estuvo liderado por el politólogo Fernando Tuesta Soldevilla, exjefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales.
Tras dos meses de trabajo, esta comisión presentó doce proyectos de ley con diversas propuestas, una de ellas las PASO.
Por decisión del gobierno del expresidente Martín Vizcarra solo se priorizó la mitad de los proyectos. Para el experto en derecho electoral, José Tello, de esa manera la intención de reforma nació fallida:
“La comisión de alto nivel de la reforma política había entregado una docena de proyectos que justamente lo que generaban era un nuevo sistema electoral y un nivel de articulación donde cada proyecto de ley era indispensable para el funcionamiento de todo un eje sistémico, entonces ahí hay una responsabilidad, porque desde el momento en que se prioriza una parte de la reforma, ya la reforma está muerta”, recordó.
Tello agrega que de las propuestas que se llegaron a debatir en el Congreso desde el 2019 en adelante, descuidaron los candados que evaluaban la vigencia de las inscripciones de los partidos: "Lo que tenemos hoy en día es un embalsamiento de partidos políticos. La idea era que estos partidos, así como se inscribían con mucha facilidad, así también debían salían con base en una serie de mecanismos de vallas y de participación, pero eso último se dejó de lado".

Los cambios que se proponían para mejorar la oferta electoral y tener mejor calidad política fueron:
1. Prohibición de reelección inmediata presidencial: quien ejerza el cargo de presidente no podrá postular de forma inmediata.
2. Impedimentos para postular: prohibición a candidatos con sentencia condenatoria en primera instancia por delito doloso con pena mayor de 4 años.
3. Ampliación de mandatos regionales y municipales: pasar de 4 a 5 años, alineando elecciones generales con regionales y municipales.
4. Elección del Congreso en segunda vuelta presidencial: para mejorar la representatividad.
5. Eliminación del voto preferencial y establecimiento de paridad y alternancia en las listas de candidatos.
6. Democracia interna en partidos: elecciones internas abiertas, simultáneas y obligatorias organizadas por la ONPE.
7. Requisitos para inscripción de partidos: eliminación de firmas y comités; reemplazo por porcentaje de afiliados; exigencias para mantener inscripción (participar en elecciones y obtener mínimo de congresistas).
8. Financiamiento de partidos: mayor transparencia en rendición de cuentas, control y sanciones; declaración jurada de intereses obligatoria para candidatos.
9. Inmunidad parlamentaria: el levantamiento pasa a ser competencia de la Corte Suprema, no del Congreso.
10. Participación electoral: pago a miembros de mesa; facilidades de voto a enfermos, discapacitados y detenidos sin condena; eliminación de la “ley seca” y reducción de prohibición de encuestas a 24 horas antes.
11. Reglas en elecciones regionales y municipales: mandato de 5 años, eliminación de segunda vuelta, paridad y alternancia en listas, y requisito de residencia mínima de 2 años en la circunscripción.
12. Fiscalización regional y municipal: fortalecimiento de herramientas de control de consejos regionales y concejos municipales sobre gobernadores y alcaldes.
Más partidos inscritos: la política en Perú es atractiva
Para el politólogo de la Universidad Pontificia Católica del Perú, Fernando Tuesta, además de no haberse tomado en cuenta las propuestas de la comisión que presidió, hoy en día en entre la sociedad peruana existe la idea de que acceder a un cargo de elección popular es algo fácil de lograr:
“La gente considera que con poco pueden ganar mucho. ¿Y qué ganan? bueno, lo que mucha gente nunca ha podido tener. Ser parlamentario te da estatus, te da poder, te da buenos ingresos… Tampoco tienes que hacer mucho, aparentemente, no tienes que estar preparado, ni haber hecho una carrera política destacada. Es decir, las puertas están abiertas para que todo pueda darse”, opinó.
Con idas y venidas, decisiones tomadas o no, lo cierto es que hoy el resultado es una cédula extensa, con una lista de partidos nunca antes vista en la historia electoral del Perú. Para los electores, el reto será informarse y decidir quiénes serán nuestras próximas autoridades entre un número abrumador de candidatos.