Roberto Saba, jurista argentino, señaló que en países democráticos se repite un fenómeno por el cual, cuando un periodista critica a un gobierno, "atrás aparecen decenas o cientos de trols a atacar a esa persona" y buscan que se inhiba.
Roberto Saba, catedrático y jurista argentino, en diálogo con RPP, advirtió de un fenómeno que se va convirtiendo en un patrón de gobiernos democráticos en todo el mundo: el uso de redes sociales para callar a las voces críticas, lo cual, según consideró, es un claro atentado a la libertad de expresión.
Esto se materializaría con los llamados 'trols', es decir, cuentas no verificadas o pertenecientes a personajes determinados cuya función sería atacar o ridiculizar esas críticas, con intereses alineados a actores políticos.
Además, advirtió que ese no sería el único problema con la virtualidad en cuanto al ejercicio de la opinión: también señaló al diseño propio de dichas redes y cómo vienen operando los algoritmos.
"Digamos que hay dos problemas que me parecen más importantes y urgentes. Por un lado, el uso de las redes sociales para producir inhibición y silenciamiento de voces críticas. O sea, sale una o un periodista, incluso un activista, a criticar, por ejemplo, a un gobierno y atrás aparecen decenas o cientos de trols a atacar a esa persona y que, de algún modo, buscan silenciarla, buscan lograr que se inhiba de seguir haciendo esa crítica. Y esto es un problema porque está empezando a ser estructural. Esto es una práctica, ya no es una situación marginal. Se utiliza como una estrategia política de silenciamiento de voces críticas", advirtió.
"Y la otra es el diseño propio de las redes sociales que, como fuimos descubriendo a lo largo del tiempo, cuando empezó a abrir internet, hace unos 30 años, todos pensábamos ‘bueno, va a ser la gran oportunidad para que más gente pueda ejercer la libertad de expresión, no hay que pasar por los medios de prensa tradicionales, todos podemos tener una página web, una cuenta en Twitter’. Bueno, hoy sabemos que el diseño de los algoritmos, del diseño de las plataformas, que son el vehículo para expresarnos, tienen efectos distorsivos de la discusión pública. Digamos, pueden exacerbar ciertas voces que no son mayoritarias, pueden silenciar voces mayoritarias, y esto tiene que ver con cómo el algoritmo no se expone a esas opiniones", explicó.
Saba remarcó que el "problema de cómo las redes están operando afecta al debate público" y "es uno de los problemas más serios para la democracia".
Noticias, entretenimiento en vivo, debates intensos sobre fútbol y más. ¡Entra ya! 👇
Presidentes de la nación atacan a periodistas críticos: "Esa intervención tiene mucho poder"
Además, Saba señaló que jefes de Estado están tomando una postura de ataque frontal a periodistas críticos, algo que sucede no solamente en países regidos por dictaduras, sino también en jefes de estado elegidos democráticamente.
"El hecho de que un presidente de la nación se dirija con nombre y apellido, por ejemplo, en las redes a un periodista, o mucho peor, que inicie una causa penal tiene un impacto de inhibición de la expresión descomunal. No podemos ocultar el hecho de que esa intervención tiene mucho poder", señaló.
En esa línea, se refirió a los gobiernos de Donald Trump en Estados Unidos, y al de Javier Milei en su país, Argentina, donde el mandatario "tiene una opinión muy mala y muy explícita contra el periodismo crítico".
"Ha usado una frase que yo creo que es muy complicada, que ha dicho ‘no odiamos lo suficiente a los periodistas’, o sea, ven a los periodistas que ejercen el control sobre el gobierno con odio. Y ha iniciado causas penales también contra periodistas que han escrito algo referido a decisiones de gobierno o posible corrupción, etc. Y esto es muy serio y produce un efecto de silenciamiento en la prensa", indicó.
Asimismo, el especialista consideró que presidentes con gran apoyo popular "empieza[n] a socavar la credibilidad y legitimidad" de organismos y periodistas, cuya función es la de fiscalizar el poder político.
"La lógica es un poco la siguiente: en la medida en que alguien con mucho poder y legitimidad por el voto, como puede ser un presidente, empieza a socavar la credibilidad y legitimidad de aquellos que lo controlan. Y acá yo diría que puedes pensar tanto en los medios como en los tribunales. O sea, la idea de que se empieza a llenar las redes y el discurso público con una desconfianza hacia quienes ejercen la libertad de prensa. Entonces, si yo logro destruir tu legitimidad como periodista, ya cuando vos me critiques a mí y me señales que estoy haciendo algo mal, [como] corrupción, ya no vas a tener la legitimidad que necesitas", señaló.
"Lo mismo pasa con el Poder Judicial. Fíjate el discurso que se ha extendido por muchos países del lawfare, que básicamente es la idea de que un político, por ejemplo, una persona que está sospechada de corrupción y es investigada por los tribunales, contraataca diciendo que esos tribunales no tienen legitimidad y lo persiguen por ser un político o una política popular. Entonces, la estrategia es socavar la autoridad, la legitimidad, la credibilidad de aquellos que tienen que ejercer el control sobre vos. La verdad es que, como estrategia, es impresionante, es muy efectiva, porque si todos los días el presidente está diciendo a los periodistas que son interesados, que responden a intereses particulares, que lo que están haciendo tiene que ver con que ejercen oposición política y no con que ejercen el periodismo. Claro, el día que esos periodistas empiezan a observar mi actividad política no tienen la legitimidad para poder defenderse. Así que sí, es gravísimo", puntualizó.