VSG ingresa al mercado peruano con productos como teclados TKL que buscan mostrar elegancia y un precio justo para videojuegos. ¿Alnitak Black Edition pasará la prueba?
Los teclados TKL (TenKeyLess) se han convertido en una fuerte opción en el mercado de periféricos. A menos teclas, más comodidad, aseguran los seguidores de esta vertiente (a la cual antes no pertenecía).
Ante esto, VSG Latinoamérica nos compartió uno de sus productos dirigidos a este sector: el VSG Alnitak Black Edition. El teclado mecánico 80% viene a competir en una industria dominada por grandes, pero, como nos daremos cuenta más adelante, su precio y su desempeño pueden ganarse un espacio en este gran mercado.
Especificaciones
- Tipo: Mecánico
- Perfil de teclas: OEM
- Teclas: 88
- Distribución del teclado: ISO Latinoamericano
- Iluminación: RGB, 16.8 millones de colores
- Dimensión: 150x370x33mm
- Cable: Trenzado 1.8m
- Tasa de sondeo: 1000Hz
- Sistemas operativos compatibles: Win 7/8/10 | Linux | Mac
- Switch: Kailh Brown
- Tiempo de vida: 70 millones de pulsaciones
- Peso: 942g
- Interfaz: USB 2.0
- Efectos de iluminación predeterminados: 20
- Cable con núcleo de ferrita: Si
- Material: ABS - Metal
- Conector con recubrimiento en oro: Si
- Método de fijación del interruptor: Soldadura
Diseño
La publicidad del producto es rimbombante (“La inmensidad del espacio exterior es infinitamente oscura, pero su verdadera energía emerge del sistema estelar”), pero dista mucho del producto, aunque, a mi gusto, no para mal.
Alnitak Black Edition es minimalista y sencillo, sin lugar a lujos innecesarios y más bien con un sistema compacto para la comunidad del usuario.
Contamos con 88 teclas de plástico ABS OEM, que son perfiles confeccionados por la empresa, pero desarrolladas por otra. El nombre de esta versión nos indica que es el negro mate el color predominante, tanto en los botones como en el cuerpo (existe una versión White). El único factor distinto es logo de VSG, que va encima de las teclas de dirección.
Pero si bien el teclado es simple, es su iluminación es la que la hace brillar. Cuenta con 16.8 millones de colores que se pueden configurar en modos y potencias con la tecla FN, aunque también cuenta con su propio software para los ajustes correspondientes.
Dicho esto, solo en presentación y con las correspondientes configuraciones que tenga el usuario, el Alnitak se muestra elegante en mesa con su RGB, una de las mejores que he visto en brillo y distribución.
Desempeño
Vengo de un teclado que está al otro extremo de un TKL: el Primus Ballista 300P. De un teclado con reposamuñecas y dos columnas de teclas macro, he pasado a un 80% sin teclado numérico, que, contando los accesorios, es hasta un cuarto más pequeño. Y aunque creía que el cambio sería doloroso, no lo ha sido para nada.
Ya en la cancha, Alnitak se ha comportado de muy buena forma. Aunque muchos usuarios teman de distintos interruptores distintos al Cherry, el Kailh marrón ha trabajado de manera silenciosa y convincente, pudiendo desempeñarse correctamente tanto en la redacción con cómodas pulsaciones (aunque con una cierta resistencia en el toque), como para los videojuegos que he probado (Probado en CS:GO, League of Legends, Red Dead Redemption 2). Eso sí, los switches no son intercambiables.
Los botones de plástico ABS son resistentes y cumplidores. Pese a ello, siento que los materiales no son los mejores del mercado y que, con un uso prolongado, podría terminar gastándose más temprano que tarde, especialmente las teclas y su pintura. Un detalle extra, por ejemplo, podría haber sido una consideración extra para los botones WASD, los más usados en videojuegos (incluyendo los QWER).
Aunque no parecía, me encontré con unas configuraciones de teclas macro en el software, una bendición para mí, considerando que vengo de un teclado con teclas especiales para ello. Asimismo, es intuitivo en uso.
El cable trenzado no se enreda y su traslado, en caso lo necesites, no será complicado.
El teclado, pese a ser TKL, es pesado, llegando casi al kilo. Se muestra compacto y, junto a las patas metálicas con puntas de goma, se mantiene firme en la mesa o mousepad donde lo coloques.
Conclusiones
Alnitak Black Edition ha estado mucho más cómodo de los que pensaba. Es minimalista, pero su iluminación le da el toque particular. Se desenvuelve muy bien en redacción y videojuegos y, acompañado de su switch Kailh Brown, es una bendición muy silenciosa. Siendo un teclado TKL, es uno de los más asequibles (240 soles en el mercado), y, aunque tenga puntos a mejorar (como algunos materiales o hasta el peso) no dudaría en recomendarlo a alguien que busque ingresar en este sector.
La reseña fue realizada con un unidad Alnitak Black Edition entregada por VSG Latinoamérica.
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