Los vehículos autónomos de Google han sido reconocidos por las autoridades estadounidenses como conductores legales, igual que un ser humano.
Las autoridades de EE.UU. consideran que los vehículos autodirigidos que desarrolla Google son “conductores” desde el punto de vista legal, lo que supone un gran paso adelante de cara a la aprobación futura para que circulen en las carreteras del país, informaron los medios locales.
Las autoridades exigen, en la actualidad, que haya una persona en el vehículo que pueda actuar en caso de emergencia, aunque la mayoría del tiempo los vehículos operan en sistema automático.
La Agencia Nacional de Seguridad de Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) indicó en una carta dirigida a Google que la agencia considera que el “conductor” es el sistema de conducción autónoma desarrollado por la empresa tecnológica y no ninguno de los ocupantes del vehículo.
“Estamos de acuerdo con Google en que su (vehículo autodirigido) no tendrá un conductor en el sentido tradicional en el que los vehículos han tenido conductores durante los más de últimos cien años”, indicó el regulador estadounidense.
Chris Urmson, uno de los líderes del proyecto de vehículos autodirigidos, envió una carta a la NHTSA en noviembre pasado pidiéndole que reconsiderase su interpretación de los vehículos autónomos.
La NHTSA respondió el pasado 4 de febrero que, a partir de ahora, considera a los autos de Google conductores legales.
La Casa Blanca adelantó el mes pasado que trabajará con empresas automovilísticas y Gobiernos estatales para elaborar una política que acelere el debut de los autos sin conductor y reveló su intención de invertir 4.000 millones de dólares en la próxima década para hacer el proyecto realidad.
La fabricante de vehículos eléctricos Tesla anunció también a mediados del mes pasado que varios de sus modelos se aparcan solos.
La consultora McKinsey asegura que el software será el principal factor diferenciador entre automóviles en el futuro y pronostica que hasta un 15 % de los vehículos nuevos podrían ser completamente autónomos para el año 2030.
EFE
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