Un nuevo estudio sugiere que estas piedras preciosas pueden estar flotando en la atmósfera estos planetas, algunas creciendo hasta el punto de tener el tamaño de un iceberg.
Increíble descubrimiento. Trozos de diamantes de buen tamaño flotan en las atmósferas de Júpiter y Saturno. Incluso, a bajas altitudes, sobre sus superficies cae una lluvia de diamante líquido, según una nueva investigación de científicos planetarios de Estados Unidos.
Si bien se conoce desde hace 30 años que el diamante puede ser estable en los núcleos de Urano y Neptuno, se creía que Júpiter y Saturno eran demasiado calientes o no tenían condiciones adecuadas para la precipitación de diamantes sólidos. Sin embargo, este nuevo estudio sugiere que estas piedras preciosas pueden estar flotando en el fluido de helio e hidrógeno de estos planetas, algunas creciendo hasta el punto de tener el tamaño de un iceberg.
Los investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison compilaron datos recientes sobre las fases del carbono de Júpiter y Saturno y los combinaron con diagramas de presión-temperatura. De esta manera, concluyeron que el carbono elemental generado en las enormes tormentas es triturado en diamantes que se mantienen estables en el interior profundo de estos planetas.
Además, cerca del núcleo de estos mundos, a altitudes por debajo de las regiones en las que el diamante es estable, las presiones y las temperaturas son tan grandes como para fundir el diamante en líquido, creando una “lujosa” lluvia diamantina.
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