En la Antártida se registró en agosto del 2010 una temperatura mínima récord de 93 grados bajo cero, la más baja en la historia.
Para congelarse. Investigadores del Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo de Estados Unidos determinó que en la Antártida se registró en agosto del 2010 una temperatura mínima récord de 93 grados bajo cero, la más baja en la historia.
Según preciso, el anterior récord se había presentado en 1983, en el este de la Antártida. Aquella vez se calculó 89,2 grados bajo cero.
Los investigadores, gracias a datos recogidos por satélite, encontraron que en la cordillera llamado Domo Fuji hay bolsas de aire atrapado que alcanzaron casi los 93 grados bajo cero, el 10 de agosto de 2010. Ese frío es tal que podría congelar los ojos, la nariz y los pulmones de un ser humano en cuestión de minutos.
Según The Sunday Times, esto se debe a que su temperatura es casi 13 grados por debajo del punto en el que el dióxido de carbono (CO2) se transforma de gas a hielo seco (-78.5° C).
Como dato comparativo, el punto más caluroso de la Tierra está en el desierto de Lut, en el sudeste de Irán, donde se alcanzó los 70,7 grados centígrados en 2005.
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