El objetivo de esta misión es observar de cerca nuestra estrella. Solar Orbiter llevará una serie de instrumentos altamente sofisticados de un peso total de 180 kilos.
La Agencia Espacial Europea (ESA) anunció hoy el aplazamiento del lanzamiento de su misión Solar Orbiter, que pretende observar de cerca el Sol, hasta 2018, un año más tarde de lo que estaba programado, confirmó a Efe un portavoz.
El responsable del proyecto, Philippe Kletzkine, explicó que el retraso se debe a que se quiere garantizar que se puedan cumplir todos los objetivos científicos, lo que requiere poner a prueba de forma satisfactoria todos los equipamientos.
La sonda, que será lanzada desde la estación de Cabo Cañaveral, en Estados Unidos, realizará un viaje de alrededor de tres años durante los que se servirá de la gravedad de Venus y de la Tierra.
Su objetivo es situarse en una órbita elíptica en torno al Sol de 168 días de duración para que sus telescopios puedan desplegarse.
Solar Orbiter llevará una serie de instrumentos altamente sofisticados de un peso total de 180 kilos que le deben permitir observar diferentes fenómenos en nuestra más próxima estrella y en la heliosfera.
Esos instrumentos estarán preparados, para cuando estén a una distancia de casi un cuarto de la que separa el Sol a la Tierra, a una exposición de una luz 13 veces más intensa de la que tenemos en nuestro planeta.
Entre ellos hay uno desarrollado por un equipo de investigadores españoles del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y alemanes del Instituto Max Planck, conocido como SO/PHI.
Su cometido será realizar una cartografía precisa del campo magnético solar, que es el responsable de casi todos los fenómenos que se observan en el Sol, como las manchas, las tormentas solares y el viento solar (un flujo continuo de partículas con carga eléctrica que emanan del Sol y viajan por el espacio interplanetario).
EFE
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