El gerontólogo inglés Aubrey de Grey afirmó que en unos años "no habrá límite de tiempo para la especie humana".
Dentro de 30 años el concepto de muerte asociado a la edad habrá desaparecido y el hombre podrá gozar de una "eterna juventud", según las teorías del gerontólogo inglés Aubrey de Grey.
En declaraciones a Efe, De Grey defendió que los avances científicos que harán posible reparaciones celulares y moleculares, así como el perfeccionamiento de los avances tecnológicos, acabarán con la vejez, aunque hoy estas predicciones pueden sonar a ciencia-ficción, como pasaba hace años con hechos que ahora son una realidad asumida como algo normal.
De Grey, que hoy pronuncia una conferencia en Barcelona sobre cómo vivir mil años, cita como ejemplo los trasplantes.
Recuerda que hace cincuenta años eran impensables y ahora son una terapia que ha avanzado tanto que incluso ya se han hecho sin necesidad de inmunosupresión, un hito que considera un gran primer paso de lo que denomina "ingeniería de los órganos".
Según este biólogo y editor de la revista científica Rejuvenation Research, para ser inmortal se necesitan tecnologías que hoy en día no hay, y "estar saludables", lo que se consigue evitando el sobrepeso, el tabaco y la hipertensión, con una dieta sana y teniendo suerte desde el punto de vista genético.
Asegura que, aunque científica y tecnológicamente ahora no es posible esta eterna juventud, "es una realidad tangible", al alcance de la mano, y lo que hace falta "es que la gente sepa que esto es posible para que lo exija", y para que este deseo sea lo que haga que se convierta en realidad en un futuro no muy lejano.
Según sus teorías, con estrategias de bioingeniería para evitar la senectud, las mujeres podrán procrear hasta los cincuenta o los setenta años, lo que supondrá la desaparición de la selección natural de la especie que hasta ahora ha garantizado la evolución y que ya se ha empezado a cambiar con los tratamientos de fecundidad "in vitro", que hacen viables embriones que la naturaleza rechaza.
Es seguro que en unos años "no habrá límite de tiempo para la especie humana", asegura, antes de matizar que esto no significa que vaya a desaparecer la muerte.
Puntualiza que el concepto de muerte persistirá, aunque no tendrá un origen biológico, y que los fallecimientos se deberán a causas externas, como accidentes.
Aubrey de Grey considera que los recursos no son ningún problema para desarrollar sistemas de reparación de tejidos, porque ya se invierten grandes cantidades de dinero en tratar enfermedades asociadas a la vejez como alzheimer, diabetes o problemas cardiovasculares.
En este sentido, recuerda que en el último año de vida una persona gasta más que en casi toda la vida y que, aunque esta situación sea la que en el fondo sustenta la industria farmacéutica, ésta también puede tener grandes beneficios elaborando sustancias antienvejecimiento.
EFE
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