La corrección de su posición es el resultado de 11 maniobras llevadas a cabo durante 17 días que, además de variar la órbita del ingenio, han conseguido reducir su exposición a la radiación.
Uno de los dos satélites de la constelación Galileo colocado en una órbita errónea el pasado agosto por un cohete ruso Soyuz ha corregido ligeramente su posición y envía señales de navegación a la Tierra, informó hoy la Agencia Espacial Europea (ESA).
El aparato, colocado en una órbita elíptica que oscila entre 25.900 y 13.713 kilómetros de la Tierra, ha logrado elevarse 3.500 kilómetros y hacer que "su órbita elíptica sea más circular", indicó la ESA en un comunicado.
"Se está llevando a cabo una batería de pruebas ahora que el satélite ha alcanzado una órbita más adecuada para sus propósitos de navegación", agregó la ESA.
Será la Comisión Europea (CE) la que decida, en función de esas pruebas, si los aparatos podrán formar parte del sistema de navegación, llamado a ser el competidor europeo del GPS estadounidense.
La corrección de su posición es el resultado de 11 maniobras llevadas a cabo durante 17 días que, además de variar la órbita del ingenio, han conseguido reducir su exposición a la radiación, lo que garantiza "un comportamiento fiable a largo plazo".
"Las maniobras han sido todas normales, con excelentes resultados tanto en términos de fiabilidad como de dirección", precisó el analista de la misión Daniel Navarro-Reyes.
La nueva órbita implica que ahora el aparato sobrevolará la misma posición en la Tierra cada 20 días, es decir, el doble de la frecuencia de un satélite normal de la constelación, que debía pasar cada 10 días por el mismo punto respecto al suelo terrestre.
La Agencia Espacial Europea (ESA), planea llevar a cabo el mismo tipo de maniobras para el otro satélite que viajó en la misma nave y que también terminó alejado de su destino objetivo.
Ambos satélites, el quinto y el sexto del sistema Galileo, fueron lanzados al espacio el 22 de agosto con un cohete ruso Soyuz en una operación fallida en la última fase porque se congeló parte del combustible.
El problema no cuestiona el sistema de navegación vía satélite Galileo, que cuenta con 30 satélites, algunos de ellos de reserva.
El ambicioso programa, que costará unos 13.000 millones de euros, tendrá una incidencia económica de 90.000 millones en 20 años, según los cálculos del Ejecutivo comunitario.
EFE
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