Una cámara de iPod acondicionada en el cajero grabaría las contraseñas. El problema es que su presencia era fácil de notar.
Los robos de información de usuarios en los cajeros automáticos son un tema serio, pero el intento de un grupo de criminales aún no identificado causó gracia a la policía inglesa.
A diferencia de sofisticadas tecnologías que utilizan los "skimmers", un cajero automático fue provisto de herramientas rudimentarias para estos fines ilegales.
El lector de tarjetas superpuesto en el cajero automático por ejemplo no permitía sacar la tarjeta, por lo que el usuario normalmente terminaría cancelándola.
Para ver las claves, había una cámara de iPod acondicionada en el cajero. Sin embargo, se notaba su presencia a simple vista.
La dependencia de Stockport West compartió imágenes de lo incautado para deleite de los usuarios de Twitter.
Comparte esta noticia