Mientras continúan los lanzamientos de smartphones más esperados de esta segunda parte del año, una carrera alterna se viene corriendo de manera desenfrenada: ser la priemra marca en extender a nivel mundial el uso del sensor de huellas bajo la ántalla.
Todos los años, las tendencias en smartphones son marcadas por las altas gamas. Desde ahí, los features más descollantes encuentran espacio y reducción de precio para colarse en mercados emergentes y otras categorías. La doble cámara, la relación de aspecto 18:9 e incluso el “notch”, han encontrado lugar en teléfonos más baratos en poco tiempo. Otras condiciones, como la carga inalámbrica o el NFC, aún siguen ausentes en modelos de menor costo. Hoy, sin embargo, estamos haciendo espacio para un nuevo agregado, cuya trascendencia aun sigue siendo discutible: el sensor de huellas bajo la pantalla.
¿Sensor de huellas? ¿Para qué sirve?
Vamos despacio. El sensor de huellas dactilares es un añadido necesario en la telefonía actual. Brinda capas de seguridad al usuario, pero de manera muy sencilla. Reemplaza las claves largas, los números de seguridad, los predecibles patrones y a esa pobre y desprovista pantalla sin contraseña. En estos años, el sensor de huellas va ganando velocidad y precisión para el reconocimiento dactilar, además de añadir funciones de scroll dentro de Android. En iOS, se pasó del botón físico al sensor virtualizado, pero ha sido erradicado en los nuevos modelos de iPhone.
En Android, la historia sigue siendo presente. Muchos modelos, en diferentes gamas, cuentan con un sensor de huellas. Las formas y ubicaciones son diversas, tanto como el propio mercado de androides: planos, bajo el lente trasero, circulares, en la parte baja de la pantalla. Hoy, a pesar de la buena implementación, los diseñadores están probando nuevos caminos. Hoy, la carrera por “la pantalla sin bordes” ha empujado estos componentes a otros lados, y uno de los movimientos más radicales es la implementación de este sensor debajo de la pantalla del teléfono.
Hoy hay algunos modelos que cuentan con este feature, como el Vivo X20 Plus, X21, el Huawei Mate Porsche Design RS, Vivo NEX o el Xiaomi Mi 8 Explorer. El real hype del tema es la implementación de este sistema en modelos internacionales y de costo menor. Hasta el momento, los anuncios más cercanos son el One Plus 6T y el Huawei Mate 20, equipos esperados antes de fin de año.
¿Cómo funciona este sensor?
Vivo y Synaptics fueron las empresas que comenzaron la inclusión de un sensor óptico (básicamente un sensor CMOS que pondríamos en cualquier cámara de smartphone) capaz de ser colocado debajo del panel frontal, pero que requiere algunas condiciones.
Cuando coges el teléfono, el sensor se ilumina, lo que implica que ya está activo para desbloqueo. Es un poco más lento, si lo comparamos con los veloces sensores visibles de hoy, pero hay espacio para el progreso. Es por esta razón, por ejemplo, que Samsung desistió de colocar este feature en los modelos 2018 de gama alta. Una vez que el sensor se enciende, se proyecta un ícono en la pantalla para mostrarle al usuario el lugar en donde debe colocar el dedo.
Hoy tenemos que manejar algunas concesiones. Si bien el sensor es muy delgado y de fácil acceso (utiliza casi la mitad del panel para el reconocimiento del dedo), la primera situación a controlar será la velocidad de respuesta.
¿Y esto puede mejorar en el futuro?
Lo bueno de esta tecnología es que no solo puede ser colocada en un lugar específico del panel. A eso íbamos con lo del sensor CMOS y su ubicación en cualquier parte debajo de la pantalla. En el caso de los primeros modelos, se están ubicando debajo de la mitad del panel. Podríamos esperar, mientras este tipo de tecnología evolucione, que el sensor pueda ser integrado a toda la pantalla. Esto debe, también, regular el consumo energético. Un sensor de huellas de esta naturaleza consume más que uno actual, así que esperamos que los modelos lanzados puedan optimizar este apartado.
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