Si bien ya hemos desarrollado un hábito de paso de información sin necesidad de cables USB, aun no es momento de pedir el retiro de este puerto en los smartphones.
Los cables siempre han sido elementos fundamentales en la experiencia móvil. Para muchos, incluyéndome, tener un cable a mano en el momento justo es casi un mal necesario para el tránsito de data pesada desde el smartphone, sobre todo cuando pruebas 3 equipos al mes. A pesar de esa relación “amor / odio” que mantengo con este accesorio, he imaginado distintas maneras para dejar de usarlos. En los últimos años, hemos escuchado sobre la posibilidad de perder el ingreso de cables en los equipos para priorizar otras tecnologías, y eso me hizo pensar en lo poco preparados que estamos para eso, aunque se ha avanzado mucho en este tema.
El sacrificio del audio. Ya hemos tenido un primer momento en el que sacrificamos la presencia de audífonos cableados al eliminar el puerto en modelos de gama alta. Desde que Apple decidió moverse en esa dirección, el paso transitorio al mercado inalámbrico de audio fue el dongle USB; pero la propuesta de “earbuds” actual es amplia, e incluso eficiente en el paso de datos. Media década sin puerto de audífonos debería darnos un empujón.
Backup de todo. El segundo paso ha sido el traspaso de datos desde el teléfono a otro soporte, y en este punto la nube se ha vuelto necesaria. Por lo general, el hábito de dejar que los equipos logren sincronizar fotos y videos desde el smartphone a Google Fotos o conversaciones en WhatsApp se asimila en simples pasos, y la satisfacción de contar con una copia de todo ayuda a un paso más veloz de datos.
Traspaso entre equipos. Pasar una foto de un teléfono a una PC sin cables es un proceso pesado, y son pocas las soluciones disponibles que sean eficientes. AirDrop de Apple o Android Nearby por citar algunas, están bien implementadas para funcionar sin cables o con contacto vía NFC. Fuera de eso, las soluciones de terceros no logran ser dinámicas y veloces.
Desarrolladores. Es aquí en donde el tema preocupa. Los desarrolladores requieren, en muchos casos, la conexión cableada de los equipos a las plataformas de programación, sobre todo en Android. Los procesos de debugging, que permiten acceso privilegiado a apps, ayudan a que los desarrolladores puedan probar las funciones que diseñan en cualquier smartphone. Si el tema gira a lo inalámbrico, esto tendría que reconfigurarse.
Carga inalámbrica rápida. Otro tema que ha ganado potencia con los años es la velocidad de carga, y la inalámbrica está en sus primeros intentos. Hoy el panorama es distinto a hace dos años, pues encontramos desarrollos de hasta 120W mediante sistemas sin cables.
Los viajes. Aquí es donde todo cambia, y la dependencia a cables es mayor. Cuando sales de tu hábitat diseñado a medida y te enfrentas a un vuelo o un hotel con conectores tradicionales, el tema se complica. Lo mejor es llevar un sistema inalámbrico de carga a todos lados y reducir la cantidad de cables.
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