Tras un Moto G8 Power que nos dejó un gran sabor de boca, NIUSGEEK pone a prueba a su sucesor, el G9 Power con 6000 mAh de batería y una versión casi pura de Android 10.
Las siguientes generaciones de un smartphone están bajo la enorme presión de mejorar, de manera consistente, todo lo que la anterior incorporó. Es natural que, con el tiempo y el desarrollo tecnológico, una versión de este año supere, en mayor o menor porcentaje, lo mostrado por el modelo previo. ¿Este Moto G9 Power es capaz de superar a su antecesor? Es lo que vamos a descubrir en esta reseña de NIUSGEEK.
Un diseño con más carácter
Frente al modelo del año pasado, el G9 Power es más grande en casi todo: tamaño – dos centímetros más grande que el G8 Power – un poco de peso – 24 gramos más respecto al 2020 – y pantalla – 0.4 pulgadas más grande -. Frente a eso, el G9 es más desafiante en apariencia, con una textura de surcos en la tapa trasera y un arreglo de cámaras más agresivo.
En botones, Moto añade uno curvo y exclusivo para el asistente de Google al lado izquierdo, una posición extraña frente al Moto One Fusion que compartía borde con sus hermanos. El sensor de huellas sube unos centímetros más y se aloja un poco más por encima de lo tradicional en Motorola: casi a la altura de la brecha entre los botones de volumen y bloqueo.
En la quijada / borde inferior descansan el solitario parlante y el puerto USB-C. Me hace acordar, en espíritu, al poderoso e imponente Moto G9 Plus.
¿Cómo que pantalla 720p?
Sí, y es un downgrade obvio. A diferencia del modelo del 2020 y su panel FullHD, aquí Motorola nos impone un panel 720p que, si bien define bien en color, limita nuestro consumo multimedia. Una pena porque andamos bien en gama de colores, aunque en ángulos de visión cercanos a los 160 grados sí muestran algunas zonas grises.
En respuesta táctil anda bien para acciones en Android y en juegos, casi nunca he tenido problemas de escritura o de reconocimiento al toque en el panel. En una superficie de 6,8 pulgadas es bueno saber que no tenemos problemas para deslizar menús o movernos sobre interfaces.
Una versión de Android que reconforta
No es novedad que Motorola integre una versión 99% pura de Android, gracias al longevo acuerdo con Google para la capa de uso. Sin embargo, me da un poco de pena saber que estos equipos no están bajo las condiciones de Android One para actualización.
Las únicas partes añadidas de Moto son las opciones de personalización, sus funciones con gestos o movimientos del teléfono y su interfaz de cámara.
Hablando de cámaras
Ganamos en una y perdemos en otra. En este nuevo arreglo de lentes del Moto G9 Power, el protagonismo se lo lleva el sensor de 64MP, pero se opaca por la ausencia de un gran angular y un teleobjetivo, dos métricas presentes en el Moto G8 Power y que, un año después, perdemos en este upgrade.
Lo que sí es un upgrade es la interfaz de cámara de Moto. Muy nutrida, clara y con funciones simples que ya hemos visto en otras ediciones, pero que aquí lucen más ordenadas.
En términos generales es un lente que va bien, pero a veces pierde un poco de detalle cuando baja la luz. El modo noche no ayuda mucho tampoco, y parece que hasta empeora el resultado del lente sin ese estilo de fotografía.
Si bien tenemos el modo macro más a la mano, es una pena que no tengamos más opciones: solo macro y principal. Eso sí, el lente macro tampoco ayuda mucho.
La cámara delantera se mantiene en lo mismo: 16MP y con el mismo resultado que en el modelo del año pasado. Para video, es un equipo que tiende a oscurecer los registros un poco.
Creo que Motorola ha perjudicado con los cambios a esta versión G9 Power, por lo menos en cámaras.
662 vs 665
Si vamos al sitio versus.com y enfrentamos al Snapdragon 662 de este G9 Power con el Snapdragon 665 del G8 Power, éste último gana por 64 puntos contra 41. Si eso no te da idea de downgrade, pues nada lo hará.
No es un procesador mucho peor, pero no es una evolución de lo que vimos en 2020. Incluso en benchmark, el rendimiento single core es mejor en el 665, y el multi core mejora en este chipset. Es decir, no tenemos una mejor experiencia con este nuevo equipo, sino una igual, o hasta ligeramente inferior.
En temas de conectividad, el equipo va sin problemas. 4G+ en todo momento, WiFi estable, periféricos sin interrupciones vía Bluetooth y todo lo que podamos requerir del equipo va bien en este apartado.
La multimedia retrocede dos pasos. Además de perder un panel FullHD, ya no tenemos el sonido estéreo que sí teníamos en el G8 Power. Podemos tener una pantalla más grande, pero Motorola sacrifica la experiencia integral por una pantalla de mayor tamaño y menos resolución.
El sensor de huellas va igual, sin sobresaltos ni demoras, y los gestos no tiene problemas para ser identificados. Es un equipo que se comporta igual que el del año pasado, pero nos priva de experiencias, más que de potencia.
La autonomía sigue siendo buena
Como siempre, Motorola no decepciona en la autonomía, aunque eso significa retirar componentes que consumen mucha energía durante el uso. En mi tiempo de prueba, mantuve hasta dos días de batería y un promedio de 10 horas de pantalla. Sin embargo, es la misma autonomía que le sacamos al G8 Power – que solo tiene 5000 mAh - así que ya no sé qué pensar.
Carga a 20W, lo que no hace mucha diferencia en velocidad de recuperación, pero lo mejor será que lo conectes antes de dormir y no desesperarte por la lenta aventura de llenar un equipo a 20W.
¿Vale la pena?
No. Siendo honestos, hay pocos elementos que podrían hacer que te recomiende un Moto G9 Power. Creo que el mismo Moto G8 Power, hoy, es una mejor opción para cualquier que busca una experiencia buena en un teléfono de Motorola. Incluso el Moto One Fusion parece una mejor oferta, frente a este hardware.
Ojo que solo lo estoy comparando con otros Moto. Ya con la propuesta china tan fuerte en la gama media, se hace más difícil poner a este G9 Power a competir con alguna condición notable. Hay evidentes retrocesos en esta generación frente a la del 2020, y no es posible no notarlo. Yo no iría por él con el dinero en la mano. No es un mal teléfono, pero no se puede justificar este evidente paso atrás de Motorola. Iría por el G8 Power.
*Equipo cedido a préstamo por Motorola Perú desde el 1 de marzo hasta la publicación de esta reseña.
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