La compañía surcoreana espera normalizar su negocio de telefonía móvil mediante la expansión de las ventas de modelos como el Galaxy S7 y el Galaxy S7 Edge.
Samsung Electronics estima un impacto negativo de en torno a 3,5 billones de wones (2.800 millones de euros/ 3.100 millones de dólares) en su beneficio operativo en los próximos seis meses por la retirada del Galaxy Note 7.
Samsung calcula que el impacto será de unos 2,5 billones de wones (2.000 millones de euros/ 2.200 millones de dólares) para el cuarto trimestre de 2016 (octubre-diciembre) y de en torno a un billón de wones (800 millones de euros/ 880 millones de dólares) para el trimestre de enero a marzo de 2017, anunció hoy en un comunicado.
El miércoles la compañía ya anunció una drástica revisión a la baja de su previsión de beneficio operativo para el trimestre de julio a septiembre -cuyos resultados se presentarán a final de mes- desde una expectativa de crecimiento del 5,5 por ciento interanual a una caída del 29,63 por ciento con respecto al mismo mes de 2015.
El gigante surcoreano de la electrónica planea normalizar su negocio de telefonía móvil mediante la expansión de las ventas de modelos como el Galaxy S7 y el Galaxy S7 Edge, y aseguró que introducirá "cambios significativos" en sus procesos de calidad para "mejorar la seguridad de los productos para los consumidores".
Samsung anunció el martes su decisión de congelar las ventas de su phablet de alta gama y de cesar definitivamente la producción del dispositivo ante el peligro de igniciones espontáneas provocadas por baterías defectuosas. (EFE)
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