William Brown, de 24 años de edad, falleció a causa de un problema cerebrovascular por la explosión de un cigarrillo electrónico en su rostro.
Un joven norteamericano identificado como William Brown falleció el martes pasado luego de que le explotara un cigarrillo electrónico que había adquirido en una tienda de la localidad de Keller, Texas.
La Oficina Forense del condado de Estados Unidos declaró que Brown, de 24 años, perdió la vida dos días después de la explosión del dispositivo. Trozos del artefacto le cortaron la arteria carótida izquierda y le causaron un problema cerebrovascular del cual no pudo recuperarse.
Según declaraciones al medio local Star Telegram, la abuela de William Brown afirmó que el joven no era un fumador habitual y que“le habían recomendado comprar el dispositivo para ayudarlo con sus síntomas del asma”. La explosión ocurrió afuera de la tienda en el auto del difunto.
Aún se siguen investigando las causas del hecho. Según un informe de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), en el lapso entre 2009 y 2016 se registraron 195 incidentes de esta naturaleza en el país.
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