Unas vacaciones a Islandia se convirtieron en una peculiar cuarentena.
Marisa Fotieo, una profesora de Michigan, viajaba de Chicago a Reykjavik, Islandia, de vacaciones cuando sintió un malestar en el cuello.
La mujer decidió utilizar un kit de prueba rápida que tenía a la mano y se dio cuenta que tenía COVID-19 en pleno vuelo el 20 de diciembre.
Fotieo decidió autoaislarse en uno de los baños del avión de Icelandair.
“Hay como 150 personas en este vuelo y mi mayor miedo era contagiarlos”, contó a Today.
Es por eso que la mujer decidió hacer cuarentena en uno de los del avión por el resto del vuelo, unas cinco horas.
Fotieo compartió en TikTok las instalaciones de su “sala VIP” de cuarentena.
Hizo una amiga
Según contó, la tripulante Ragnhildur "Rocky" Eiríksdóttir fue de mucha ayuda. Brindándole bebidas y comida, además de revisar constantemente cómo estaba.
Al llegar a Islandia, la mujer se aisló en un hotel de la Cruz Roja, donde Eiríksdóttir le envió flores y un pequeño árbol con luces para mejorar su Navidad en esta peculiar situación.
La profesora describió a Eiríksdóttir como “un ángel”, ya que también le envió víveres y regalos el 25 de diciembre.
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