Tras la adquisición de Twitter por 44 mil millones de dólares, el acuerdo entre Elon Musk y la junta directiva de la red social comienza a filtrar detalles.
La compra de Twitter por parte de Elon Musk no es concluyente, y es un camino que podría tener un desenlace en octubre de este año. Los 44 mil millones de dólares ofrecidos por el control total de la red social y sus activos tienen varios detalles firmados entre el empresario y la mesa directiva de Twitter, una serie de acuerdos que limitan y penalizan acciones que vayan en contra de este trato.
De acuerdo con el documento mostrado por la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC), los términos establecen que cada parte estableció un pago de mil millones de dólares por reparación, en caso la otra parte no cumpla con sus obligaciones en esta transacción. Esto implica que si Twitter o Musk se retiran del trato, deberán pagar ese monto al otro.
Antes de anunciarse el trato, diversos reportes señalaban que el financiamiento obtenido por Musk se basaba principalmente en ingresos propios y préstamos contra acciones de Tesla, una jugada que ya ha generado problemas a la firma automotriz.
Una fusión, no una adquisición
El acuerdo establece la fusión de Twitter con X Holding I y II. Estas compañías fueron creadas por Musk de manera separada para reducir el enfoque hostil de “adquisición” para replantear esta operación como una “fusión”.
Dentro de las condiciones, se establece que no existe excusa relevante para el desarrollo de este acuerdo. Así haya un rebrote agresivo de COVID-19, un ataque cibernético de proporciones o un cambio de regulación extremo en este sector específico, estos hechos no podrán ser relevantes para a culminación de este contrato. La cláusula añade a este apartado la reacción del público ante esta fusión.
Nada de insultar a Twitter por Twitter
Parte de las obligaciones contraídas por Twitter radican en su imposibilidad para negociar con otra empresa, por lo que cualquier conversación alterna con un tercero debe detenerse si ya está en desarrollo. Tampoco se le permite a la junta directiva buscar un comprador de manera activa.
Sin embargo, la figura cambia si un tercero se acerca a Twitter a proponer un trato mejor. De darse el caso, la junta notifica a Musk y le da hasta 4 días para que el empresario pueda anunciar una contraoferta. Si Twitter acepta al tercero, indemniza a Musk con mil millones de dólares. SI Musk decide no insistir, debe pagar esa penalidad a Twitter.
La parte más interesante descansa en el comportamiento de Musk en la red. El acuerdo requiere que Musk no demuestre una conducta inapropiada mientras está usando Twitter. Sus tuits no deben "desacreditar a la empresa ni a ninguno de sus representantes", aunque Musk "podrá emitir tuits sobre la fusión o las transacciones contempladas en el presente".
Este punto explicaría la masiva eliminación de tuis referidos a la red social publicados desde la cuenta de Elon Musk. Sin embargo, el multimillonario puede burlarse de otros.
La presentación dice que el acuerdo se cierra el 24 de octubre, aunque permite que la fecha de finalización se extienda por seis meses si Musk o Twitter necesitan más tiempo para cumplir con ciertas condiciones legales o reglamentarias.
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