La compañía estadounidense le había quitado el respaldo, pese a que fue un periférico obligatorio al momento del lanzamiento de su Xbox One.
Kinect ha muerto. A poco de cumplir siete años en el mercado, la compañía estadounidense Microsoft detuvo la producción del sensor de sus consolas de videojuegos Xbox 360 y Xbox One, tal como informó el portal Fast Co Design.
Kinect se estrenó en noviembre de 2010 y fue bien recibido en su momento, al punto de ser uno de los productos electrónicos que más rápidamente se vendió en su época. Sin embargo, su impacto inicial fue decayendo y el apoyo de las desarrolladoras fue bajando.
En diálogo con RPP Noticias, Phillip Chu Joy, editor de Tec.com.pe, resaltó la premisa de “Tú tienes el control” del Kinect (ya que no solo era un sensor de movimientos sino que mediante comandos de voz permitía controlar la consola), pero consideró que este periférico estuvo lejos de significar una revolución en la industria de los videojuegos.
“Siento que fue más una novedad que una revolución. Creo que Dance Dance Revolution y Wii Sports causaron un mayor impacto en la industria y en los consumidores. Sin embargo, el Kinect ofreció unas cuantas ideas nuevas innovadoras y que tal vez en un futuro no tan lejano hagan un regreso, considerando que los sensores en la parte frontal del iPhone X son básicamente los mismos que los de un Kinect”, resaltó.
Craso error. Microsoft intentó relanzar el Kinect con el estreno de su Xbox One, en 2013: la compañía determinó que su nueva consola solo funcione si tenía el sensor instalado, hecho que fue duramente rechazado por los usuarios.
“Fue algo innecesario y una de la las tantas malas decisiones de Microsoft tomó al inicio de esta generación (aparte de querer obligarte a siempre estar conectado a internet para jugar). Sobre todo porque el catálogo inicial del juegos diseñados para Kinect en Xbox One era (y sigue siendo) poco atractivo”, comentó Chu Joy.
Las duras críticas hicieron retroceder a Microsoft, que a los meses del lanzamiento de la Xbox One anunció que ya no era obligatorio tener el Kinect para que la consola funcione, pese a que inicialmente aseguraron que eso era imposible. Esto fue el golpe de gracia para el periférico.
Pese a su temprano adiós, el Kinect deja varios títulos interesantes, en especial los del género musical, que aprovecharon los sensores de movimiento del periférico. “La serie de Dance Central siempre será mi juego predilecto de Kinect, seguido por los títulos de Just Dance. (...) Luego están algunas joyas escondidas como Fru o The Gunstringer, que supieron aprovechar de forma muy creativa la forma en la que jugamos con nuestro cuerpo. Otros títulos que me gustaron: Kinect Adventures, Kinect Sports Seasons 1 & 2 y Child of Eden”, resaltó Phillip Chu Joy.
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