El actor español descansa del personaje que le dio tanta popularidad, pero no dudó en revelar algunas cosas que el público nunca se enteró durante la primera temporada de la serie inspirada en la vida de Luis Miguel.
Óscar Jaenada tiene 43 años y en su currículum tiene importantes personajes biográficos. Hizo de Cantinflas, de Camarón de la Isla y ahora Latinoamérica se rinde ante su interpretación de Luisito Rey en la serie biográfica de Luis Miguel, producida por Telemundo y Netflix.
Luisito Rey se ha convertido en uno de los padres más odiados de la televisión. Fallecido en 1992 a los 47 años, su historia de excesos y mentiras, sobre todo para lanzar al estrellato a su hijo mayor, Luis Miguel Gallego, han indignado a quienes siguieron toda la primera temporada de la serie.
Sobre el personaje que le tocó interpretar, el actor de 43 años revela que hizo un profundo trabajo de investigación, buscando meterse en el personaje y contándole a la gente la personalidad real de quien fue Luisito Rey. Además, dijo que quedó sorprendido por la mentira del cantante español para promocionarse con Pablo Picasso.
“Me sorprendió mucho lo del 'Picasso de Luis Rey'. Eso no está en la serie, como tantas cosas. Todo está limitado. Pero un Picasso… Él tuvo la oportunidad de conocer a Picasso una noche, y al día siguiente presentó a la prensa un "Picasso de Luis Rey". El tipo quiso venderlo. Un nivel de canallada… ¡inimaginable!”
“Hubo un trabajo de mucho maquillaje, de peluquería, de vestuario hecho a favor. Piensa que en la serie hay tres Luis Miguel (la infancia, la adolescencia, y su etapa adulta), pero solo hay un Luis Rey. Entonces, yo tenía que estar en las tres épocas del cantante, y eso lo teníamos que mostrar de alguna manera; ya no solo intelectual, sino físicamente”, dijo el artista, en entrevista con Teleshow.
Dedicado en estos momentos a la agricultura, en un alejado pueblo del País Vasco, en España; Jaenada confiesa que no ha podido ver la serie de Netflix, pero no podrá verla de la misma forma que el público en general.
“Es imposible que yo pueda ver la serie como un televidente normal. Es una de las desgracias también de este oficio. A veces uno hace películas que realmente le quisiera disfrutar como los suyos cuando la ven, y eso no es posible. Cuando ha sido parte del producto, uno no tiene esa capacidad para colocarse como un espectador”, contó.
Comparte esta noticia