“Peacemaker”: ¿Qué pasó en el octavo y último capítulo de la serie de HBO Max y DC Comics?

“Peacemaker”, la serie de DC Cómics y HBO Max, llegó a su final; un final feliz, hay que decirlo. Se venció al enemigo, no hubo bajas en el equipo, y sus integrantes estrecharon más sus lazos de amistad. También recibieron una visita, aunque tardía, que ha dejado a todos boquiabiertos y abre infinitas posibilidades para el futuro de la serie, que ya anunció su segunda temporada.

ALERTA SPOILERS: La siguiente reseña contiene spoilers de "Peacemaker".

El capítulo final de “Peacemaker” comienza con un concierto de pedos. No podía esperarse menos. Cuando Adebayo se disculpa con Peacemaker por sembrar el diario falso, este no encuentra mejor forma de mostrarle su rechazo que haciendo sonidos escatológicos con su boca, que encuentran un eco en Vigilante.

Luego hablan como adultos, y Adebayo le dice a Peacemaker que no puede dejar que la muerte accidental de su hermano siga definiendo quién es, ni usarla para justificar sus crímenes.

Cuando llegan cerca de la granja donde se esconde la vaca, la gigantesca oruga que provee de alimento a las mariposas, el equipo se detiene a pensar las cosas. Primero, Adebayo tiene una breve conversación con su madre, Amanda Waller, y le pide que le envíe refuerzos, como la Liga de la Justicia, ya que deben enfrentar a decenas de mariposas. Waller, fiel a su estilo, les dice que se las arreglen como puedan.

Segundo, hacen un recuento de los diferentes cascos que Pecamaker tiene consigo: uno acuático, otro que le permite volar, uno que les provoca herpes a las personas a un 1.5 kilómetros a la redonda, otro que genera explosiones como la visto en el primer capítulo y, finalmente, un prototipo que convierte al que lo usa en un torpedo humano.

El plan es que Peacemaker vuele hasta encima del granero y deje caer el casco explosivo, el cual tendrá dentro un walkie-talkie (los cascos se activan con la voz). Así, harán volar el granero y fin del asunto; pero de la manera más absurda pierden el casco que levita y deben replantear todo.

En ese momento, Peacemaker suelta una de sus clásicas difamaciones contra personajes de DC Comics. Esta vez le toca a Green Arrow, de quien dice va a convenciones de “Mi pequeño pony” disfrazado de uno. Por primera vez en la serie, su calumnia es tomada como cierta por el informado Economos. ¿Qué más se podía esperar? ¡Es el último capítulo!

El plan b

Ante la imposibilidad de lanzar el casco dese arriba como una bomba, a Harcourt se le ocurre que Economos se infiltre en la granja y lo deje lo más cerca posible a la vaca. Con algunas dificultades, el “barbateñida” logra infiltrarse, pero cuando se entera que la vaca es un monstruo enorme entra en pánico y huye.

Para su mala suerte es detenido por Fitzgibbon, el policía mariposa, que le pregunta por qué su humano se teñía así la barba. La respuesta de Economos es sincera y conmovedora: pensaba que lo hacía lucir más guapo y joven, y tal vez lo ayudara conseguir la enamorada que nunca tuvo. “Los humanos pueden ser realmente patéticos”, le responde la mariposa.

En ese momento, una de las mariposas encuentra el casco y señala a Economos, que es inmediatamente perseguido por decenas de ellas y alcanzado. Cuando parece que todo está perdido para él, Adebayo activa el casco y se produce una primera explosión, que obliga a las mariposas a volver al establo para rescatar a su fuente de alimento.

Cuando las mariposas se acercan al casco, Adebayo lo acciona dos veces más, matando a un buen número de enemigos, destruyendo el establo por completo y dañando la galería subterránea donde está la vaca.

La pelea final

Al ritmo de “Do ya wanna taste it”, el opening de la serie, Peacemaker, Harcourt y Vigilante se enfrentan a las mariposas sobrevivientes, que aún son bastantes. Sangre, miembros cercenados y excelentes coreografías de pelea definen esta escena, donde el equipo parece tener todo bajo control.

Cuando Peacemaker ve a Song/Goff dirigirse al subterráneo, la sigue por órdenes de Harcourt. Y justo cuando el vocalista de Wig Wam pronuncia “maybe I’m losing groud” (“tal vez estoy perdiendo piso”), el suelo bajo sus pies cede y Peacemaker cae hasta quedar sepultado por escombros. Por su parte, Vigilante y Harcourt son superados en número y baleados, mientras la música de intro se va distorsionándose hasta apagarse.

Al ver a su compañera caída, Adebayo, que esperaba en la retaguardia con Economos, acude al rescate y, con una habilidad no vista en ella, elimina a las mariposas restantes, y salva a Harcourt que, malherida, le pide que vaya ayude a Peacemaker. Economos, que se rompió la pierna momentos antes, reptó hasta el lugar y le da uno de los cascos.

La decisión correcta

Sorpresivamente, Peacemaker es rescatado por Song/Goff y ambos se enfrascan en una breve pelea, detenida por Adebayo, que activa el casco de torpedo humando, sin mucho éxito: se estrella contra una pared y queda noqueada. Song/Goff le dice a Peacemaker que quiere contarle algo y lo lleva donde la vaca.

“[Las mariposas] hicimos una promesa” le dice, con lo que toca las fibras más sensibles de Peacemaker, quien recuerda a su hermano. Esa promesa consta de no dejar que los humanos destruyan su planeta, como hicieron ellos con el suyo, y la cumplirán sin importar el número de vidas que se pierdan. Un pensamiento muy similar al de Peacemaker.

“Tú eres uno de nosotros, Christopher Smith” le dice y le agradece el buen trato que le dio cuando la tuvo cautiva en su casa. Habiéndolo conmovido hasta las lágrimas, le pide que lo ayude a salvar al planeta. “¿Qué dices?”, le pregunta, a lo que Peacemaker responde “¡Activar torpedo humano!”.

Entonces, una mareada Adebayo, que hacía su entrada, sale disparada en dirección de la vaca y, con toda su humanidad, se incrusta dentro ella como una bala, dejándola bien muerta. En paralelo, Peacemaker dispara al pecho de Song/Goff, para no matar a la mariposa, que escapa. Con ello Peacemaker muestra un cambio de actitud frente a la muerte.

Los compañeros vuelven a la superficie y se reúnen con el resto del equipo. Adebayo ayuda a Economos y Peacemaker carga a Harcourt, y emprenden la retirada. Y aquí viene la escena que dejó a todos boquiabiertos. Entre rayos y truenos, hace su aparición la Liga de la Justici; sí, Superman, la Mujer Maravila, Flash y Aquaman, aunque solo a estos dos últimos se les ve con claridad.

“Están tarde, jodidos idiotas” les increpa Peacemaker, y cuando pasa al costado de Aquaman, le dice en su cara “¡Anda cógete otro pez, imbécil!”. “Estoy tan harto de ese rumor” le dice el personaje interpretado por Jason Momoa a Erza Miller, The Flash, que en broma responde “No es un rumor”; “Jódete, Barry” es lo último que dice el señor de los mares. Una escena para el recuerdo.

El final feliz

Como dijimos al inicio, esta primera temporada tuvo un final feliz. Peacemaker y Adebayo hicieron las paces, incluso él le confesó que, después de Eagly, ella era su mejor amiga, pero que Vigilante no se entere.

Adebayo vuelve con su esposa, no sin antes declarar a la prensa que el diario de Peacemaker era falso, y que él y Vigilante ayudaron a derrotar a las mariposas. También denunció la existencia de Task Force X, el programa que reduce las penas de villanos a cambio de trabajo secreto para el gobierno de los Estados Unidos, y que la persona detrás del programa es Amanda Waller, su madre.

Harcourt se recupera lentamente de sus heridas y toma de la mano a Peacemaker cuando se entera de que pasó días en la clínica velando por su salud.

Economos vuelve a su trabajo en prisión de Belle Reve, donde se lleva a cabo el programa Task Force X y, con una sonrisa, deja en su escritorio una foto de todo el equipo.

Judomaster llora la muerte de las mariposas mientras come, como en casi toda la serie, una bolsa de Cheetos.

Vigilante vuelve a la clandestinidad.

Y Peacemaker termina en su casa, en compañía de Eagly, su nuevo amigo Goff y el fantasma de Auggie Smith, su padre. Esto último significa que, a pesar de la victoria y el cambio de actitud, no ha podido liberarse de sus demonios. ¡Peace out!

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