Dos emprendedoras venezolanas han dejado una huella culinaria en la ciudad de Boston, Massachusetts, tras emigrar desde Venezuela en el año 2015.
Dos emprendedoras venezolanas e inmigrantes han dejado una huella culinaria en la ciudad de Boston, Massachusetts, tras salir de Venezuela en el año 2015. Carolina García y Carolina Salinas, tras años de dirigir un negocio de grabados láser en su país natal, decidieron aventurarse en el ámbito gastronómico en Estados Unidos.
Así nació Carolicious, un emprendimiento que comenzó con la venta de dulces para luego destacarse en la oferta de platos tradicionales venezolanos, con un toque innovador para atraer tanto a compatriotas como a extranjeros.
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El secreto del éxito
Su éxito radica en la innovación, desde el nombre que combina sus nombres con la palabra "delicioso", hasta la fusión entre comida venezolana y americana en su menú.
Inicialmente ofrecían solo arepas, pero luego agregaron el popular plato venezolano pabellón con una presentación creativa, como un bowl con pico de gallo. Esta apuesta por la innovación les ha permitido destacarse y conquistar paladares, convirtiendo al bowl pabellón en una verdadera joya de su menú que ha ganado el aprecio de los comensales.
A pesar de los retos propios de emprender en un país extranjero, Carolina García y Carolina Salinas han sabido adaptarse y crecer en la cultura empresarial de Estados Unidos. Su actitud proactiva y capacidad para fluir con las circunstancias les ha permitido mantenerse exitosas en tres sedes de Carolicious, con planes de abrir una cuarta locación con un estilo gourmet.
Su emprendimiento ha sido bien recibido por la comunidad, con clientes recurrentes que aman y disfrutan de la comida venezolana que ofrecen a diario.
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