El Servicio Meteorológico Nacional ha emitido advertencias de bandera roja en Washington, Oregón e Idaho ante condiciones que podrían detonar incendios incontrolables.
Con temperaturas elevadas, baja humedad y vientos intensos, el noroeste de Estados Unidos enfrenta un riesgo crítico de incendios forestales. Washington, Oregón e Idaho se encuentran bajo vigilancia especial, luego de que el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) activara advertencias de bandera roja para varias zonas de estos estados.
La amenaza no es menor. Según el NWS, el panorama climático actual es “altamente propicio” para la ignición y propagación veloz del fuego. “Cualquier incendio que se desarrolle se propagará rápidamente”, advirtió la entidad en su más reciente boletín.
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Las zonas más afectadas y el rol del clima extremo
Entre las áreas más expuestas se encuentran el Valle de Kittitas en Washington, las praderas del sur de Oregón y partes bajas de los cañones en Idaho y Oregón. Las autoridades alertan que incluso una chispa podría desencadenar incendios masivos, en especial por las ráfagas de viento que podrían alcanzar los 64 km/h.
Además, Oregón e Idaho enfrentan otro peligro: tormentas eléctricas secas. El NWS en Boise explicó que estas tormentas “podrían no producir lluvias suficientes”, aumentando la probabilidad de que relámpagos inicien nuevos focos de fuego. “El peligro radica en que cualquier fuego que comience en estas condiciones tiene un alto potencial de volverse incontrolable”, señaló el NWS en Pendleton.
Las condiciones adversas persistirán al menos hasta la noche del miércoles, y aunque aún no se han registrado incendios de gran magnitud, las autoridades llaman a la máxima precaución. El público debe evitar fogatas y otras actividades de riesgo, ya que estas situaciones, agravadas por el cambio climático, podrían convertirse rápidamente en tragedias regionales.
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