La nueva normativa establece renovaciones progresivas para conductores mayores, buscando garantizar su seguridad y la de todos en las carreteras estadounidenses.
A partir del 1 de julio de 2025, entrará en vigor una nueva regulación federal en Estados Unidos que busca mejorar la seguridad vial mediante revisiones más estrictas para conductores mayores de 70 años.
La medida, impulsada por el Departamento de Transporte, pretende asegurar que los conductores seniors mantengan las capacidades físicas y mentales necesarias para conducir de manera segura.
Con cerca de 48 millones de estadounidenses mayores de 65 años con licencia, la ley establece un sistema de renovación progresivo según la edad. Los conductores de 70 a 80 años deberán renovar cada cuatro años con examen visual presencial.
Entre 81 y 86 años, la renovación será cada dos años, con posibilidad de evaluación cognitiva si se detectan indicios de deterioro. Para mayores de 87 años, la licencia se renovará anualmente, incluyendo una prueba práctica al volante.
Las autoridades enfatizan que estas medidas buscan evitar restricciones generales por edad, privilegiando evaluaciones personalizadas para garantizar movilidad y seguridad vial.
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El aumento constante de conductores mayores de 65 años ha llevado al gobierno a considerar una actualización en las normativas de licencias de manejo para adultos mayores. Este segmento de la población depende en gran medida del vehículo para actividades esenciales como citas médicas, compras y eventos sociales.
Con la mejora en tratamientos médicos y el incremento en la esperanza de vida, se proyecta que el número de conductores seniors continúe en alza. Por ello, las autoridades buscan adaptar las políticas de tránsito a esta nueva realidad.
La regulación busca equilibrar la seguridad vial con la autonomía de los adultos mayores. Se enfocará en identificar riesgos asociados a la edad, como la reducción en tiempos de reacción, problemas de visión y deterioro cognitivo.
Para ello, se implementarán controles más frecuentes y específicos que permitan mantener la movilidad de estas personas sin comprometer la seguridad de todos los usuarios de la vía.