El programa de visas EB-5 permite a los inversionistas extranjeros obtener la residencia permanente en EE.UU. a cambio de significativas inversiones de capital, creando o preservando empleos en el país.
Desde su creación en 1990, el programa de visas EB-5 ha ofrecido a los inversionistas extranjeros una vía para obtener la residencia permanente en Estados Unidos a través de significativas inversiones en la economía del país. Inicialmente, el requisito era una inversión de U$D 500 mil, luego se incrementó a U$D 1.8 millones y, actualmente, se ha ajustado a U$D 1.05 millones.
Este programa, aunque atractivo, viene con un precio elevado y una serie de requisitos estrictos que los inversionistas deben cumplir.
Para inversionistas
El programa EB-5 concede a los inversionistas y sus familias un estatus de residente permanente condicional durante dos años. Si los requisitos se cumplen adecuadamente, este estatus se convierte en residencia permanente. En 1992, el Congreso introdujo los Centros Regionales, permitiendo a los inversionistas agrupar sus recursos en proyectos más grandes que cumplen con los criterios del EB-5, facilitando así el cumplimiento de los requisitos de creación de empleo.
La elegibilidad para una visa EB-5 exige que los inversionistas realicen una inversión a riesgo en un nuevo negocio estadounidense, con fondos obtenidos legalmente y que participen activamente en la empresa. Además, deben crear al menos 10 puestos de trabajo. La inversión estándar es de U$D 1.05 millones, pero se reduce a U$D 800 mil para las zonas rurales y zonas de empleo específicas, según las nuevas regulaciones aprobadas en marzo de 2022.
En los últimos 14 meses, el programa EB-5 ha experimentado una considerable incertidumbre, con regulaciones cambiantes y la expiración temporal de la autorización de los Centros Regionales. Sin embargo, la reciente legislación ha restablecido la estabilidad, reautorizando los Centros Regionales hasta 2027 y aclarando los requisitos de elegibilidad. Esta nueva claridad ha revitalizado el interés en el programa, atrayendo a más inversionistas extranjeros.
En medio de críticas
A pesar de su atractivo, el programa EB-5 no está exento de críticas. Organizaciones y expertos destacan que, aunque facilita la entrada de capital extranjero, también impone una carga fiscal significativa a los nuevos residentes, quienes quedan sujetos a la fiscalidad mundial de EE.UU. Esto puede ser un desincentivo importante para algunos inversionistas, quienes deben considerar cuidadosamente los beneficios y desventajas antes de comprometerse.
Con la incertidumbre legislativa en gran medida resuelta, el programa EB-5 sigue siendo una opción viable y atractiva para aquellos dispuestos a hacer una inversión sustancial en la economía de EE.UU. y que buscan obtener la residencia permanente en Estados Unidos. Sin embargo, el costo y los requisitos siguen siendo considerables, recordando a los inversionistas que, en la tierra de las oportunidades, todo tiene un precio.
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