Facebook recibió duras críticas por la proliferación de noticias falsas, especialmente muchas que beneficiaron a Donald Trump.
Facebook ha sido acusado de influir negativamente en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. ¿La razón? La gran cantidad de noticias falsas que circularon en la red social y que terminaron beneficiando a Donald Trump. Ahora el prestigioso diario The New York Times publicó un duro editorial contra la compañía fundada por Mark Zuckerberg.
Bajo el título de "Facebook vs. Thomas Jefferson", y escrito por el periodista David Leonhardt, el editorial cuestionó la inacción que tuvo la red social para evitar que contenidos tendenciosos y falsos se propalen entre sus usuarios. Además, criticó los argumentos de Zuckerberg que señalan que no tienen el poder para "influir decisivamente en una contienda electoral".
El diario estadounidense puso el ejemplo de una noticia muy difundida que señalaba que el “Papa apoya a Trump”. Según indican, Facebook ayudó a transmitir esta y otras falsedades, como aquellas que vinculaban a Hillary Clinton con varias compras de armamentos.
Esta es la columna de opinión que The New York Times publicó contra Facebook:
"Muchas de las cosas que mantienen a nuestra democracia saludable no aparecen en la Constitución o en alguna ley federal. El presidente Obama se refirió a este punto el lunes cuando habló respecto a una transición ordenada de una presidencia a otra:
"No es algo que la Constitución requiera explícitamente, pero es una de esas normas que son vitales para el funcionamiento de la democracia, similar a las normas de civilidad y tolerancia y un compromiso con la razón, los hechos y el análisis".
Las últimas palabras de esa sentencia son las que capturaron mi atención, y comencé a pensar sobre ellas nuevamente después de leer la columna de opinión de Zeynep Tufekci.
Tufekci, un profesor de la Universidad de Carolina del Norte, se refiere a que Facebook niega su rol respecto a difundir información falsa. Durante la campaña presidencial, Facebook ayudó a transmitir falsedades -¡el Papa apoya a Trump!- a millones de personas. Esas falsedades aparecieron en artículos de noticias apócrifos, y Facebook no hizo nada para informar a sus usuarios que ese material era ficticio.
Mark Zuckerberg, el CEO de la empresa, ha dicho que es "bastante loco" creer que las noticias falsas influyen en las personas de un modo significativo, pero Tufekci mostró evidencia en contra. Múltiples estudios han mostrado -y el sentido común lo respalda- que Facebook influye en las opiniones y en el comportamiento.
"Éstos no son problemás fáciles de resolver, pero hay mucho que Facebook puede hacer", escribió Tufekci. "Cuando la compañía decidió que quería reducir el spam, estableció una política que limitaba su difusión". El paso que Facebook anunció el lunes -negándose a mostrar anuncios en noticias falsas- es insuficiente.
Los medios están en medio de una transición histórica en la actualidad. Algunas fuentes de información viejas están hundiéndose o desapareciendo, y otras -muchas de las cuales confían en Facebook- están creciendo. No hay nada malo con este cambio. Nuestro país ha sobrevivido antes al desvanecimiento de las potencias noticiosas, como el Saturday Evening Post, la revista Life y emisoras de radio.
Pero cualquiera sean las nuevas fuentes de información, necesitan proveer "razón y hechos", ninguna de las cuales es partidario. Una democracia saludable depende de eso. Como dijo Thomas Jefferson, la gente necesita "información completa de sus asuntos". Zuckerberg, por creer que Facebook es neutral, ha hecho una elección perjudicial".
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