Kathleen Connell dedica dos horas al día a jugar con su consola. ´No puedo hablar mejor de mi Nintendo DS. No sé qué haría sin ella´, señala la inglesa.
En lugar de tejer o jugar al bingo como muchas de sus amigas, la inglesa Kathleen Connell asegura tener un corazón joven y por eso dedica dos horas de su día a jugar con su Nintendo DS.
Kit, como la llama su familia, cumplió los cien años de edad la semana pasada en compañía de sus seres queridos y de su consola que lleva a todas partes en su silla de ruedas. Ella no tiene piernas, le fueron amputadas.
“Es absolutamente estupenda. No me siento un día más de 80. Juego en la noche y después tengo un descanso con una taza de té. Entonces vuelvo a jugar con mi Nintendo. Si no hay nada en la televisión voy a reposar por una hora o dos, después pruebo suerte en un juego. No puedo hablar mejor de mi consola. No sé qué haría sin ella”, dijo a The Sun.
Kathleen recibió su primera consola a los 96 años y ahora cuenta con diez juegos, uno de ellos de rompecabezas y otro de arte. De acuerdo a estudios a los que se sometió tiene una edad mental de 64 años.
“El Nintendo ha sido una gran ayuda para mí. Es absolutamente increíble. Si hay ningún secreto para una vida larga es pensar en positivo y mantener su mente activa”, sentenció.
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