Tres jóvenes que corrían olas en la playa australiana de Freshwater, coincidieron con una ballena franca austral de 30 metros.
Tres jóvenes que corrían olas en la playa australiana de Freshwater, coincidieron con una ballena franca austral de 30 metros. Lejos de temer al enorme cetáceo, los surfistas lo sumaron a sus prácticas en el mar.
El impresionante animal tampoco se mostró agresivo, solo cabeceó suavemente y con delicadeza, sin inmutarse por los intrusos.
Se produjo así un singular espectáculo marino, antes de que la guardia costera obligue a los surfers a alejarse.
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