La paciente SM es una mujer de 44 años que sufre una rara afección genética conocida como enfermedad de Urbach-Wiethe.
No se trata de una mujer intrépida o aventura que no le tiene miedo a nada, sino de una dama de 44 años que padece una extraña enfermedad degenerativa que le impide sentir miedo.
La mujer conocida como "paciente SM" concedió una entrevista a la emisora radial estadounidense NPR para hablar acerca de su "exagerada intrepidez", fruto de una enfermedad llamada "mal de Urbach-Wiethe". Este padecimiento afecta totalmente la amígdala, un órgano cerebral que activa el estado de temor en el ser humano. Solo 400 personas en todo el mundo padecen esta afectación.
Al ser consultada sobre qué es el miedo, la paciente solo atinó a responder con un claro "sinceramente, no lo sé". "Me pregunto cómo sería tenerle miedo a algo", comentó en la entrevista.
"La naturaleza del miedo está basada en la supervivencia y la amígdala nos ayuda a mantenernos vivos al evitar situaciones, personas u objetos que puedan poner nuestra vida en peligro", explica el doctor Justin Feinstein, investigador de la Universidad de Iowa, Estados Unidos.
Buscando conocer las características de la enfermedad, la paciente fue rodeada de arañas y serpientes, la sometieron a sesiones de cine de terror e incluso situaciones en las que su vida había estado en peligro, pero no lograron que reaccionara con miedo. Además, "SM" tampoco es capaz de reconocer caras que expresan esta impresión ni representarlas en un dibujo.
"Un día estaba caminando hacia una tienda y vi a un hombre sentado en un banco del parque. Me dijo que me acercara a él y yo así lo hice. Entonces me agarró por la camisa, me puso un cuchillo en el cuello y me dijo que me lo iba a cortar. "Adelante, córtamelo", le dije, "volveré a por ti". No tenía miedo. Y me soltó", relata "SM" a la emisora radial.
No obstante, en el 2013 investigadores de la Universidad de Iowa, encabezados por el científico Justin Feinstein, hicieron inhalar a la paciente "SM" un compuesto con un 25% de dióxido de carbono. La sensación de sentir un síntoma similar a la asfixia generó que por primera vez la mujer experimente el miedo.
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