Para desplazarlo se colocaron debajo del edificio y en línea oblicua tubos de acero sobre los que se apoya ahora.
Un edificio de tres pisos en Zúrich, considerado de valor histórico y con un peso de 6.200 toneladas, está siendo desplazado en una pieza gracias a un sofisticado plan de ingeniería para colocarlo a 63 metros de su ubicación original, donde están previstos trabajos de extensión de la vía férrea.
El desplazamiento tiene lugar hoy por segundo día consecutivo y ofrece tal espectáculo que ha provocado una gran aglomeración de curiosos.
La sofisticada operación se inició el martes y ha consistido en colocar debajo del edificio y en línea oblicua tubos de acero sobre los que se apoya ahora y que permiten desplazarlo, para lo que se calcula que se ha requerido generar una fuerza hidráulica que correspondería a una columna de agua de 3.600 metros de altura.
Sin embargo, la proeza ha sufrido imprevistos: los operarios se dieron cuenta de que el inmueble estaba deslizándose demasiado hacia la derecha y tuvieron que detener la acción hasta corregir la trayectoria.
El movimiento se reanudó esta mañana, para cuando quedaban 26,5 metros por recorrer.
La operación venía siendo planificada desde mediados de 2010 y su coste se eleva a 12 millones de francos (10 millones de euros).
El edificio en cuestión es de ladrillo, tiene 80 metros de largo y 12 de ancho, y era la sede administrativa de Oerlikon, una fábrica suiza de maquinarias.
Se espera que antes de que termine el día se haya completado el desplazamiento del edificio, con lo que se encontrará a 63 metros al oeste del lugar donde estuvo desde su construcción, hace 123 años.
Los ingenieros que participan en la operación han señalado que, en vista del volumen y del peso del objeto, este sería el desplazamiento más importante de este tipo realizado en Suiza e incluso en Europa.
EFE
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