Ibrahim Yücel fabricó la jaula debido a que no podía controlar su adicción al cigarro.
Una medida drástica para dejar de fumar ha tomado un hombre en Turquía. A Ibrahim Yücel no se le ocurrió mejor idea que colocar en su cabeza una jaula que le impida poner un cigarrillo en la boca.
Como informa el Daily Mail, este fumador de toda la vida, quien también es muy inseguro de su propia fuerza de voluntad, prefiere entregar las llaves de la jaula a su familia para no sentirse tan tentado.
Según cuenta Ibrahim, que ahora tiene 42 años, él fumaba dos paquetes de cigarrillos al día desde que tenía 16 años de edad.
En estos 26 años de fumador activo, ha realizado varios intentos de abandonar, pero siempre ha vuelto a la costumbre a pesar de sus esfuerzos. Así que Yücel, de la occidental provincia de Kütahya, diseñó el casco, similar a una jaula, lo que le impide fumar un cigarrillo en absoluto.
Él indica que la motivación que lo llevó a dejar el cigarrillo fue porque vio morir a su padre de cáncer al pulmón, además por el bienestar de su salud y familia.
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