Según el religioso, esta fruta, así como zanahorias y pepinos, puede desencadenar ´pensamientos sexuales´ por las semejanzas con el órgano sexual masculino.
Un clérigo islámico, cuya identidad no ha sido difundida, consideró que las mujeres no deberían acercarse a plátanos o pepinos, ya que pueden desencadenar "pensamientos sexuales" por sus semejanzas con el órgano sexual masculino.
El religioso aseguró que las mujeres que deseen comer plátanos o pepinos tienen que solicitar la ayuda de un hombre cercano, como su marido o su padre, para que se encargue de cortarlos antes de servirlos en el plato, según refiere el portal árabe Bikyamasr.com.
El clérigo justifica sus expresiones por el hecho de que el plátano y el pepino "se asemejan al pene del varón", por lo que las mujeres podrían pensar en sexo cuando consumen estos alimentos.
Esta persona también consideró a las zanahorias en su lista de "alimentos prohibidos para mujeres".
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