Gu Junshan es el protagonista del mayor caso de corrupción en las Fuerzas Armadas chinas en años.
Una estatua de Mao de oro puro y un lavabo del mismo metal forman parte del botín confiscado al teniente general chino Gu Junshan, protagonista del mayor caso de corrupción en las Fuerzas Armadas chinas en años, revela hoy la prestigiosa revista Caixin.
Estos detalles se conocen al mismo tiempo que el presidente chino, Xi Jinping, ha anunciado un endurecimiento de la campaña contra la corrupción, uno de los grandes problemas del país asiático que se extiende por todos los órganos de gobierno.
Según revela Caixin, Gu acumulaba tal cantidad de bienes de valor en su vivienda familiar en la provincia de Henan, en el centro de China, que fueron necesarios dos días enteros para que unos veinte paramilitares, bajo el mando de las autoridades chinas, pudiera vaciarla.
El botín completo, continúa Caixin, ocupó cuatro camiones y en él se encontraban, entre otros objetos, una estatua del líder chino Mao Zedong de oro puro, además de un lavabo y un barco en miniatura del mismo material.
Gu había estado al cargo de la inmobiliaria e infraestructura militar antes de ser ascendido a jefe adjunto del Departamento de Logística de las Fuerzas Armadas, cargo que ocupaba cuando fue detenido en enero de 2012.
Las autoridades abrieron una investigación contra Gu por "problemas económicos" -un eufemismo para hablar de corrupción- cuando se supo que el teniente general había sido detenido.
Un mes después, su nombre desaparecería de la página oficial de su departamento en internet.
Entre las posesiones confiscadas a Gu también se encontraban numerosas cajas de licor Maotai, una de las marcas más famosas y caras de China, que las autoridades encontraron en un sótano que conectaba la vivienda familiar de Gu con otras dos más, al parecer, de hermanos del militar.
Según precisa la revista, la mayor parte de este licor estaba intacta, ya que Gu llevaba años sin vivir en esa vivienda.
EFE
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