´Es un resultado excitante y completamente inesperado que nos ha sorprendido a todos´, aseguró Bryan Sykes, profesor de genética en la Universidad de Oxford.
Parece que el misterio en torno a la identidad del Yeti está cerca de resolverse definitivamente. De acuerdo a Bryan Sykes, profesor de genética en la Universidad de Oxford, estos seres serían híbridos, cruces entre osos polares y osos pardos, especies con un estrecho parentesco que se aparecen si sus territorios se solapan.
“Es un resultado excitante y completamente inesperado que nos ha sorprendido a todos", aseguró Sykes, quien explicó que para llegar a esta conclusión aplicó las últimas técnicas de análisis de ADN a supuestos restos orgánicos, principalmente cabello, del Yeti, afirmando que una de esas muestras arrojó una coincidencia del 100 % con una mandíbula de un oso polar encontrado en Noruega, cuya antigüedad data entre los 40 mil y 120 mil años.
“No creo que esto implique que hay osos polares prehistóricos rondando por el Himalaya. Pero podría significar que hay una subespecie de oso pardo, descendiente del oso que fue el ancestro del oso polar. O que se ha producido un cruce más reciente entre el oso pardo y el descendiente el oso polar”, agregó.
Sykes recopilará ahora sus hallazgos en un libro que será publicado bajo el título “The Yeti Enigma: A DNA Detective Story” (“El enigma del Yeti: una historia de detectives de ADN”). Además, sus investigaciones han dado pie al documental “Bigfoot Files” (“Los archivos Bigfoot”).
Son muchos los nombres que se han dado a esta presunta criatura: Yeti, Bigfoot, Sasquatch, Migoi. pero todos se refieren al mismo tipo de criatura, avistada en distintas zonas del mundo como el Himalaya, Norteamérica o las zonas montañosas de América del Sur. Abundan también los testimonios de lugareños que afirman haberse topado con un humanoide, cubierto de pelo, que se da a la fuga en cuanto se le divisa.
La leyenda actual comienza en 1951, a la vuelta de una expedición al Everest que había conseguido fotografiar huellas de un pie enorme sobre la nieve. A partir de ese momento las noticias sobre el Yeti se multiplicaron en la zona. Pero también crecieron las informaciones sobre seres similares avistados en otros lugares del planeta. Pero los análisis más rigurosos llevados a cabo hasta el momento apuntan a un origen totalmente humano de los restos analizados.
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