El animal nació en Namie Tsushima, en las cercanías de la planta nipona Fukushima-1. Todo parece indicar que la alteración física que padece se debe a las fugas radiactivas.
Los conejos son considerados como una de las criaturas más adorables, y una de sus mejores características son precisamente sus largas orejas.
Sin embargo, en Namie Tsushima, en las cercanías de la planta nipona Fukushima-1, pero fuera de la zona de evacuación obligatoria, nació un conejo con anomalía innata: no tiene orejas. Todo parece indicar que la alteración física del animal se debe a las fugas radiactivas que influyen altamente en la natalidad en Japón, aunque esto aún no es comprobado.
“Las autoridades y los medios comunicaron que la catástrofe no afectaría a la salud”, escribe un preocupado usuario de YouTube, donde fue colgado el video que ya cuenta con más de 10 mil visitas.
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