Joey Chestnut volvió a hacer bueno su apodo de "Mandíbulas" y se impuso por octavo año consecutivo en la competición de comer más popular del país.
Pedir matrimonio a su novia de toda la vida, obtener el "sí" y celebrarlo engullendo 61 perritos calientes fue lo que hizo ayer Joey Chestnut, un estadounidense de 30 años que volvió a hacer bueno su apodo de "Mandíbulas" y se impuso por octavo año consecutivo en la competición de comer más popular del país.
Chestnut se quedó lejos de batir su propio récord -hace un año se zampó 69 "hot dogs" en diez minutos-, pero no tuvo problemas para revalidar el Cinturón de Mostaza, el trofeo que cada 4 de julio se entrega en Coney Island (Nueva York).
El segundo clasificado, Matt Stonie, se quedó en 58 perritos, y no pudo derrotar al gran campeón, convertido ya en toda una celebridad en Estados Unidos.
Para Chestnut, sin embargo, este no fue un concurso más, pues aprovechó la ocasión para arrodillarse delante de las cámaras y pedir matrimonio a su pareja, Neslie Ricasa.
La joven, que también compitió en la prueba, respondió afirmativamente minutos antes de que su ahora prometido se lanzase a engullir salchichas y panecillos.
Si "Mandíbulas" logró conservar su corona, la que no pudo hacerlo fue la gran campeona de la categoría femenina, Sonya "La Viuda Negra" Thomas, que fue derrotada por Miki Sudo.
Thomas, que hace un año se comió 45 hot dogs en diez minutos, sólo pudo tragar 27 en esta ocasión, quedándose muy lejos de los 34 de la nueva ganadora.
El concurso de la compañía Nathan"s, toda una institución en Nueva York por sus perritos calientes, es uno de los actos más populares de las celebraciones del Día de la Independencia en la Gran Manzana.
Pese al mal tiempo, la competición, que celebró su edición número 98, volvió a llevar hoy a miles de personas a Coney Island, la popular zona playera del sur de Brooklyn.
EFE
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