Si bien el espacio en su carro modelo Tico no es amplio este chofer decidió ambientarlo de una forma muy singular.
Para muchos, transitar por las avenidas de Lima es realmente un martirio; congestión vehicular, contaminación sonora y la falta de respeto por las señales viales son algunos de lo factores que han convertido a las pistas de la ciudad en tierra de nadie.
Sin embargo, ante dicha adversidad, surge el ingenio del peruano para que su paso por el sendero de concreto sea más llevadero. Tal es el caso de un taxista anónimo, quien no ha tenido mejor idea que adornar su pequeño Tico con cerca de 100 peluches.
De esta manera, el viaje de sus ocasionales pasajeros se convierte en una experiencia distinta, por lo curioso que resulta estar rodeado de muñecos que parecieran mirar fijamente a los ojos. Si se topa con ellos ¿los contaría?
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