Tras recuperarse de la COVID-19, los pacientes deben seguir una dieta balanceada y rica en nutrientes. A continuación, algunas recomendaciones para fortalecer el organismo con una alimentación saludable.
Una vez recuperado de la enfermedad producida por la COVID-19, un paciente debe mantener una alimentación balanceada que le brinde energía para mantener un peso adecuado. Así lo explicó Patricia Chávez, directora de la carrera de Nutrición de la Universidad Privada del Norte (UPN).
La especialista afirmó que las proteínas, las vitaminas y los minerales fortalecen las defensas naturales del organismo. Estos elementos se encuentran en cereales como el arroz y tubérculos como la papa y el camote. También en carnes, lácteos y vísceras (hígado y sangrecita).
De acuerdo con Chávez, un régimen adecuado ayudará a la recuperación total del paciente. “Dependiendo de su condición y gravedad, una persona en proceso de recuperación requiere una dieta específica que cubra la necesidad de energía y nutrientes del organismo. El objetivo es preservar la masa muscular y evitar un estado de desnutrición que agrave su condición”, indicó.
Por eso, resulta clave seguir una serie de pautas para el buen estado nutricional perdido durante la enfermedad. A continuación, la experta en nutrición brinda algunas recomendaciones.
ALIMENTACIÓN SALUDABLE, RECUPERACIÓN ASEGURADA
Consumo adecuado de carbohidratos
Los alimentos que brindan energía al cuerpo son los que están compuestos en gran parte por carbohidratos, como los cereales y productos derivados. Estos alimentos deben consumirse de manera diaria y en las porciones adecuadas. Es recomendable disminuir la ingesta de alimentos con alto contenido de harinas preparadas o artificiales, azúcar, los dulces y la panadería en general. Resultan preferible los cereales integrales, que además aportan fibra para mejorar la salud intestinal.
Consumo adecuado de proteínas
Las proteínas son nutrientes que fortalecen los músculos y forman las defensas naturales del organismo. Debe incluirse diariamente carnes, pescados o huevos y una vez a la semana menestras como lentejas, frijoles y garbanzos.
Asimismo, es importante mantener el consumo de productos lácteos, como la leche descremada, queso fresco y huevos. “Se aconseja implementar estrategias como marinar los alimentos para mejorar el sabor de la carne, del pollo o del pescado, tomando en cuenta que para ello se deben utilizar condimentos naturales como hierbas, pimienta y ajo, bajo contenido de sal”, puntualizó.
Mantener la hidratación
Se recomienda ingerir al menos 8 vasos con agua al día, aunque no se tenga sensación de sed. Este consumo no tiene por qué limitarse al agua, sino que se pueden tomar caldos o refrescos naturales de frutas sin azúcar. Lo importante, según la especialista en nutrición de la UPN, es mantenerse hidratado constantemente.
Aumentar el consumo de frutas y verduras
Alimentos que, por su alto contenido de vitaminas y minerales, refuerzan el sistema inmunológico. Las frutas y verduras protegen a las personas de enfermedades e incentivan una pronta recuperación. Se debe consumir cinco porciones al día de alimentos como naranja, zanahoria, papaya, fresas, arándanos, espinaca y brócoli.
La especialista explicó que la dieta tiene como objetivo evitar la pérdida de masa corporal y, en definitiva, mejorar la calidad de vida. Aunque la sola alimentación no evita el contagio del SARS-CoV-2, un régimen saludable, variado y equilibrado mejora los mecanismos de defensa del organismo.
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