Por Carla Olivieri, rectora y gerente general de UCAL. No soy psicóloga, ni neuróloga, soy mamá de 5 hijos muy movidos y tengo trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Explicaré lo que es bajo nuestra mirada y compartiré algunos tips que podrían ayudar con o sin confinamiento.
Por Carla Olivieri, rectora y gerente general de UCAL.
No soy psicóloga, ni neuróloga, soy mamá de 5 hijos muy movidos y tengo trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Explicaré lo que es bajo nuestra mirada y compartiré algunos tips que comento en mi libro “Mi Hijo es Hiperactivo, ¿El tuyo?” (Planeta, 2019) y que podrían ayudar con o sin confinamiento. Se dice que los hiperactivos tenemos déficit de atención; más que déficit, es un exceso de atención. ¡Todo nos interesa! El problema es que vivimos como si tuviéramos mil archivos abiertos en la computadora pero que saltas de uno a otro continuamente porque necesitas cambiar de tema y porque te dan curiosidad. El reto para el hiperactivo es saber filtrar y priorizar.
Lo primero – y más importante - que debemos hacer los padres es entender esta realidad mirando el mundo a través de sus ojos. Nuestros hijos constantemente reciben llamadas de atención en casa y en el colegio; lo cual es natural porque son movidos. Depende de nosotros los padres activar la mirada positiva: Vemos a nuestro hijo como movido, disperso, travieso recuerda – y recuérdaselo a él – que es también curioso, creativo, divertido y ágil para aprender. Otros tips:
1. Escoge tus batallas: genera un clima positivo para que disfruten más entre ustedes y así, el niño esté más dispuesto a cumplir con sus clases y tareas. Intenta reducir las llamadas de atención a lo que es estrictamente necesario
2. Organización + “Game-ificación”: Lo más difícil de estudiar a distancia es organizarse. Dedica algunos minutos diariamente a definir juntos un listado de los objetivos del día. Con tu hijo, ponle puntos a cada uno y una relación de posibles premios. Al final del día que te reporte su puntaje y que te cuente su proceso para cumplir con las metas.
3. Delega el “machaque”: En momentos de tensión como tratar de que los hijos estén vestidos a tiempo, ordenen sus juguetes, cumplan con alguna tarea; generalmente los padres estamos como sargentos vigilando y advirtiendo a los hijos que “si no terminas tal cosa, vas a ver…”. Cómprate un reloj de horno, esos que se usaban antes y dile a tu hijo que tiene que cumplir con lo indicado antes de que suene la alarma. Así, le delegas al reloj ser el malhumorado supervisor, mantienes una buena relación con tu hijo y lo haces divertido.
4. Píntale un futuro inspirador: Desde pequeño, que practique desarrollar un sentido de propósito. Que te haga un cuento o un dibujo de cómo se imagina ser de grande. Que te lo describa y tu explícale cómo sus estudios de hoy le van a ayudar a hacer ese sueño realidad.
La buena noticia es que el mundo de hoy pareciera estar hecho para las capacidades de los hiperactivos: Ellos son “multitaskers”; se adaptan fácilmente al cambio y les fascina los desafíos. Preparemos a nuestros hijos para enfrentar el mundo con una mirada optimista y con esperanzas para que puedan no solo minimizar dificultades sino también potenciar sus grandes capacidades.
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