El COVID-19 está poniendo a prueba, no solo nuestro sistema de salud, sino también nuestro estilo de vida y nuestra capacidad para parar y autocuidarnos.
La situación actual del mundo frente al nuevo coronavirus puede causar pensamientos catastróficos, así como el pánico que se manifiesta en actitudes como abastecerse más de lo necesario de productos de primera necesidad. Sin embargo, nuestra mente ante la presión, también puede crear mecanismos de defensa como decirnos a nosotros mismos “es una gripe más”, “a mí no me va a dar” “no pasa nada, están exagerando”. Lo cierto es que todas esas frases nacen de la ansiedad que genera el “no tener control sobre lo que nos pasa”.
Sin embargo, en el medio de la incertidumbre, los científicos han probado que hay una acción que nos da control ante la pandemia y esta depende exclusivamente de nosotros. Quedarse en casa ayuda a disminuir la velocidad de crecimiento de casos y mejora el manejo de la crisis ya que permite que los infectados asintomáticos, en su mayoría jóvenes, no contagien y que el virus termine su ciclo durante el aislamiento. Este aislamiento, para muchos casos, significa no trabajar, no estudiar, no salir de comprar, no ver a nuestros seres queridos, es decir, cambiar nuestro ritmo de vida de un día para otro.
El COVID-19 está poniendo a prueba, no solo nuestro sistema de salud, sino también nuestro estilo de vida y nuestra capacidad para parar y autocuidarnos. Para combatir esta pandemia, la recomendación es hacer un alto, sentarse, cerrar los ojos y respirar profundo por unos minutos varias veces al día, mientras los médicos atienden y tratan de salvar a los que no pueden hacerlo.
¿Cómo podemos evitar la ansiedad?
- La meditación para calma
Entre las actividades que podemos hacer en casa para evitar la ansiedad se encuentran las prácticas de respiración alterna (Pranayama) o técnicas de meditación. Para realizar estas actividades, lo recomendable es hacerlo con ropa suelta y cómoda y evitar ser tocado. Lo más importante al realizar una práctica meditativa es seguir su respiración y evitar cualquier tipo de pensamiento.
En internet podemos encontrar muchos videos que nos asisten en estas actividades, pero es absolutamente importante evitar hacer prácticas físicas que requieran movimientos complejos o mucha flexibilidad, ya que por lo general estas actividades requieren supervisión personalizada y nos podemos lesionar al hacerlas con la consecuente necesidad de ir al hospital.
- Poner en orden nuestra casa
El ordenar y limpiar eso que está acumulado en el closet es una práctica meditativa. En línea con lo recomendado por las entidades de salud, se recomienda usar paños húmedos (de preferencia con alcohol o lejía) para retirar el polvo ya que es importante evitar levantarlo o esparcirlo.
- Aprovechar el tiempo para nosotros y nuestra familia
Empezar un diario durante la cuarentena va a ayudarnos a expresar lo que sentimos y quizás descubrir el escritor de casa. Generar un club de lectura en casa, recitar las tablas de multiplicación con los niños, visitar museos en línea, ver películas o cantar son actividades que pueden hacerse en familia y que, además de entretenidas, pueden reforzar nuestra relación.
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